En 2021 el programa de prevención Suspertu de Proyecto Hombre recibió 108 nuevos casos -cifra similar al ejercicio previo- y atendió a un total de 131 adolescentes, lo que “supone un 20% más que el año anterior”; un incremento que su director, el psicólogo Garikoitz Mendigutxia Sorabilla, ha achacado en parte a la pandemia y al confinamiento.

Como ha reconocido su responsable, este año es “especial” para Suspertu, porque “cumplimos 25 años”. A lo largo de este tiempo, 2.888 jóvenes de entre 13 y 20 años han pasado por este programa que “atiende fundamentalmente a los adolescentes y sus familias que tienen comportamientos de riesgo, entre ellos los consumos de drogas pero también otros muchos”, ha recalcado Mendigutxia, que destacó que el 63,54% de estas intervenciones concluyeron con un resultado positivo, “habiendo cumplido los objetivos que nos habíamos marcado”.

Mendigutxia ha explicado que si bien este programa se centró “inicialmente en el tema de los consumos de drogas”, en este cuarto de siglo “se ha registrado bastante evolución en los chicos y chicas que acceden al servicio”, que “no sólo vienen con estos problemas, sino por otra serie de comportamientos de riesgo”.

Asimismo, ha destacado que en los últimos 4 ó 5 ha habido “un pequeño aumento” de casos por abuso de las TIC, los juegos de azar y las apuestas deportivas, que en 2021 supusieron cerca del 10% de la demanda, pero normalmente “no suele venir con estos problemas exclusivamente”. Además, ha advertido de que, teniendo en cuenta que las personas que inician este tipo de conductas no acceden a los programas hasta pasado un tiempo, “es posible que de aquí a unos años tengamos más chicos y chicas con problemas derivados de los juegos de azar y apuestas”.

Tres escuelas de padres y madres

En cuanto a la actividad desarrollada el pasado año en Suspertu, destacó que el 65,8% de los adolescentes que iniciaron el programa lo terminaron de manera satisfactoria. Concretamente, fueron 54 frente a los 40 del ejercicio anterior. También organizaron tres ediciones en formato on line de la escuela de padres y madres, en las que participaron 85 familias. Con esta iniciativa, pretenden fortalecer la capacidad de los progenitores para educar a sus hijos e hijas y, de modo especial, para afrontar de modo eficaz sus conductas de riesgo.

Por otro lado, y a pesar del parón que se registró en 2020 por la pandemia, Mendigutxia ha destacado el “aumento significativo, bastante mantenido y constante en los últimos cinco años de las actividades de prevención externa”, de modo que en el último año llegaron a impartir 248 horas de charlas y talleres. Al respecto, ha indicado que “ha crecido la demanda de manera exponencial, sobre todo en centros escolares, aunque también en familias y servicios sociales”.