erca de 40 toneladas material humanitario, entre el que se encuentran platos precocinados y otros alimentos, junto a otros productos de primera necesidad, salieron ayer en dos camiones, a los que este fin de semana se unirá un tercero, rumbo a Ucrania desde Pamplona. Se trata de una iniciativa del Grupo Alimentario IAN y su marca Carretilla -que donaron la mayor parte de los alimentos-, y la ONG Ayuda Contenedores, que se ocupa de la logística. Todo el material donado se entregará a las entidades sin ánimo de lucro ucranianas Olvidados, AMAP Redentoristas (Asociación Mundial Ayuda Pueblos necesitados) y la Iglesia Evangélica de Odesa.

Una vez en Ucrania, estas asociaciones serán las encargadas de distribuir los alimentos en tres puntos. En primer lugar, con la ONG Olvidados, situada en este momento en la frontera de Rumanía, ha dispuesto la organización para trasladar la ayuda humanitaria a zonas totalmente desabastecidas de Ucrania, contando con la colaboración de diferentes entidades religiosas y de grupos civiles, que realizan los repartos en grandes espacios habilitados para ello, como hospitales, orfanatos, iglesias, fábricas, restaurantes o colegios de la zona.

Por otro lado, AMAP Redentoristas se encargará de dar de comer a unas 500 personas al día en varios lugares de la ciudad de Lviv y sus alrededores. Por último, la Iglesia Evangélica, enviará los alimentos a distintas zonas Odesa, Mykolaiv y Kherson, ayudando así a las personas afectadas por el conflicto que asola a Ucrania desde el pasado mes de febrero.

“Hay una necesidad muy grande y queremos poner nuestro granito de arena. Mandamos sobre todo raciones individuales precocinadas, que solo necesitan calentarse antes de comer y sobres para hacer caldos, sopas o salsas para pasta. Cosas de fácil preparación”, explicaba ayer Natalia Fraguas, responsable de Donaciones del Grupo Alimentario IAN, pocas horas antes de que saliera de Pamplona el primer camión hacia Ucrania.

Por otro lado, la ONG navarra Ayuda Contenedores se encarga de la parte logística de la operación, que incluye material de otras empresas, grupos y entidades de distintas partes de Navarra e incluso de zonas más lejanas como Reus, donde una ONG formada fundamentalmente por ciudadanos ucranianos había reunido material y buscaba cómo enviarlo hasta que contactó con Ayuda Contenedores.

No se trata del primer envío organizado por la ONG navarra, que en ocasiones anteriores ya había mandado a Ucrania ventamas, impresoras -para poder imprimir libros de texto para escolares-, mantas y colchones, entre otros materiales para mejorar la calidad de vida en los campos de refugiados, tal y como explicaba ayer José Mari Puig, presidente de Ayuda Contenedores.

Tampoco lo es en el caso de IAN, que, según apuntan desde el grupo, tiene una larga trayectoria con iniciativas relacionadas con el compromiso social y económico, desde las donaciones a Bancos de Alimentos y el envío de platos precocinados a hospitales o residencias de ancianos durante la crisis del covid-19 hasta el envío de alimentos de primera necesidad, como legumbres, verduras y tomate, a campamentos de refugiados en Siria, donde los refugiados sufren las consecuencias de una guerra que dura ya más de una década.

Además, en estos primeros meses del año, la compañía de alimentación se ha involucrado en la campaña de recogida de mantas con la que ha prestado su apoyo a los campos de refugiados sirios, ayudándoles a combatir el duro clima de nieve y frío que llegó a su país durante el invierno. Todo ello, en colaboración con la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS) y Ayuda Contenedores. Una actividad humanitaria que se complementa ahora con esta acción solidaria destinada a los refugiados ucranianos, con el fin de facilitar su alimentación, en la medida de lo posible, ante la falta de suministro ocasionada por el conflicto. l

“Hay una necesidad muy grande y queríamos poner nuestro granito

de arena”

Responsable de donaciones de IAN