La etapa más dura fue en la que coronaron la cima. “Esa noche salimos sin dormir. Piensas que igual no llegas, pero entre todos nos íbamos apoyando y la verdad, la sensación de estar a esa altura –5.895 metros– con ese amanecer, contemplando esa inmensidad que allí tienes, fue precioso, fue algo especial”, explica la doctora Ana Zugasti Murillo, jefa de sección de Nutrición clínica del Hospital Universitario de Navarra (HUN). “Un mes antes –prosigue– estaba en un hospital, en un congreso y ahora estoy aquí, en la cima de África y veo cómo disfrutan mis compañeros, que quien más quien menos va subiendo, con alguna dificultad, pero muy bien”. El pasado 11 de junio, entre las 7.00 y las 8.00 horas, los veinte integrantes de la Xperiencia Kilimanjaro hicieron cumbre, con el objetivo “sobre todo de demostrar que personas con diabetes pueden hacer deportes extremos y que lo pueden realizar si van bien, si tienen ese ajuste personal, esa supervisión” que hace que lo controlen bien. Y es que, reflexiona la especialista, “hay retos en la vida que uno se tiene que proponer y que se pueden alcanzar”.

Por eso, cuando en una de las reuniones de la dirección de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) presentaron el proyecto –que organizan El Poder del Chándal y Trainsplant– y plantearon que “sería bueno que alguien de la junta fuese”, a la vocal navarra le faltó tiempo para ofrecerse de voluntaria. “Me acuerdo que me dijeron Oye, Ana, que es el Kilimanjaro. / Y yo: pues ya entrenaré. / Ya, pero es un 6.000./ Lo sé, si alguien más quiere ir lo comentamos...”, recuerda con una sonrisa. 

Entonces, finales de 2021, tenía por delante seis meses para prepararse. “De joven hice mucho deporte, fui nadadora de competición. En los dos últimos años, con el tema de la covid, hemos estado todos muy centrados en los temas sanitarios y vi la oportunidad de tener un proyecto que era de fuera del hospital, que me permitía retomar un poco mi vida deportiva, pero que me interesaba también por su parte sanitaria y solidaria”, indica. 

20 expedicionarios; 5 pacientes

“Rellenamos la farmacia del consultorio con fármacos y productos para la desnutrición”

De los 20 participantes en la expedición a Tanzania (diez hombres y diez mujeres de todo el Estado), cinco eran pacientes: tres con diabetes tipo 1, pero con experiencia en deportes de alta intensidad, como carreras de montaña o triatlón; uno era un gran quemado; y otro sufría obesidad. Asimismo, en la segunda edición de esta expedición, que se prolongó del 3 al 14 de junio, participaron ocho médicos (cinco endocrinos, dos anestesistas y un facultativo de Atención Primaria), además de fisioterapeutas, economistas, trabajadores sociales...

En cuanto a la faceta solidaria, explica Zugasti, cada participante llevó 23 kilogramos de material: productos escolares, juegos, ropa deportiva para los porteadores, ropa infantil, artículos sanitarios, glucómetros, tensiómetros, otoscopio, oftalmoscopio, detector doppler de latido fetal, suplementos nutricionales y medicación. 

Ana Zugasti (dcha) supervisa cómo la enfermera toma la tensión con el aparato. Cedida

Así, durante una jornada –lo previsto eran dos, pero unas fuertes tormentas impidieron el segundo día– atendieron el consultorio de Moshi. “Llevamos mucho material sanitario y nuestra intención fue que los que estaban atendiendo el centro supieran manejar los aparatos”, dice, de manera que “la mayor parte del tiempo la dedicamos a enseñar a las enfermeras” cómo hacerlo. También, como destaca, “rellenamos la farmacia con fármacos y productos para la desnutrición”, explicándoles en “qué situaciones podían aportar suplementos”. 

"Para el colegio, a través de donaciones, compramos casi para un año de alimentación y productos"

Ana Zugasti Murillo - Jefa de Nutrición del HUN y participante en la expedición

En paralelo, otro equipo acudió a un colegio, donde repartieron material escolar, conocieron las instalaciones y jugaron con los menores, y un tercer grupo –integrado por fisios– atendió a pacientes con discapacidad, enseñando a las familias cómo podían mejorar su movilización y estimulación para evitar dependencia. 

Estudio composición corporal

“El tratamiento de la diabetes depende de dónde hayas nacido”

Hace 25 años, Ana Zugasti participó en un viaje de cooperación a Perú, donde estuvo dos meses ayudando. “En estos países si no están cubiertas necesidades básicas, las sanitarias van después”, lamenta, poniendo de relieve las desigualdades que hay en el mundo. En este sentido, apunta que “el día que estábamos en el consultorio de Moshi vimos pacientes que no sabían que tenían diabetes, mientras paralelamente en Nueva Orleans estaba teniendo lugar el Congreso Americano de esta patología, en el que estaban dando las últimas guías para su tratamiento”. Por ello, la especialista reconoce que “el tratamiento de la diabetes depende de dónde hayas nacido”, ya que tienes que adaptarlo a lo que “dispongas en tu farmacia”. Así, expone, si ese paciente “hubiera nacido en otra parte del planeta la oferta que yo le puedo hacer como médico no tiene nada que ver a lo que le voy a poder dar. Ni la oferta, ni la supervivencia, ni lo que le va a poder implicar el tratamiento, independientemente de que lo tenga que pagar o no”.

Por eso, para seguir mejorando esa atención sanitaria, la investigación tiene cabida en Xperiencia Kilimanjaro. Hicieron un estudio de composición corporal de los 20 guías y porteadores, así como de los integrantes del viaje, tanto antes como después del ascenso, porque “distintos estudios han demostrado que la altitud extrema, a partir de 5.000 metros, produce cambios en la composición”. Los resultados se están analizando y se presentarán en el congreso de la SEEN en octubre. “A simple vista –señala la experta–, hemos visto que tanto nosotros como los guías hemos mantenido más o menos el peso, habrá que ver la composición, pero los porteadores, que llevaban 15 kilos a diario, han perdido casi 2 kilos en 7 días de ruta”. También controlaron la glucemia en sangre de todos los expedicionarios y llevaron a cabo un estudio de los cambios en la morfología de los glóbulos rojos, además de someterles a una exploración completa

De izda a dcha, Ana Zugasti, Gabriela Zapata, Sonsoles Hernández, Mercedes Noval, Juani Olivar y Elena Saura llevan a cabo el estudio de composión corporal a uno de los integrantes locales de la expedición. Cedida

"Estos proyectos son muy importantes para las personas que viven con una enfermedad crónica como la diabetes, sobre todo los niños, para que puedan ver que su vida puede ser tan normal como la de otro individuo que no la tenga"

Ana Zugasti Murillo - Jefa de sección de Nutrición del HUN

Ana Zugasti se sumó a esta iniciativa con la única premisa de “dar y que lo que recibas, viene de regalo” y, a su juicio, la vivencia ha sido enriquecedora para todas las partes: “En lo deportivo era un reto completar la ruta y en lo personal la convivencia con gente joven ha sido muy buena”. En general, la doctora considera “importante plantearse retos que te permitan cambiar por unos días tu vida, abrir un poco la mente y ver otras realidades y, desde el punto de vista sanitario, es fundamental”, además de que le ha permitido ver en directo cómo afecta en los pacientes un ejercicio de alta intensidad como éste, rompiendo ese muro que a veces existe en la consulta. Estos proyectos, concluye, son “muy importantes para las personas que viven con una enfermedad crónica como la diabetes, sobre todo los niños, para que puedan ver que su vida puede ser tan normal como la de otro individuo que no la tenga. Hay tratamiento, te debes cuidar, ajustar la dosis, pero eres capaz de hacer cualquier actividad”.

Apuntes

  • ¿Qué es Xperiencia Kilimanjaro? En El Poder del Chándal y Trainsplant, como explican, son conscientes de lo que supone una fase pre y postrasplante, una recuperación tras un accidente, estar bajo un tratamiento o pasar por un quirófano… Y de ahí, volver a una condición física que permita realizar actividades de la vida diaria puede ser un reto de altura. Por eso, surge el proyecto, para “dar visibilidad y conseguir el mayor rendimiento de las segundas oportunidades”.
  • Higiene inadecuada. Preguntada por qué es lo que más le ha sorprendido de la atención sanitaria en Moshi, Zugasti responde que el tema de la higiene. De hecho, insistieron en la importancia del lavado de manos, una medida “fundamental para evitar muchas infecciones y contaminaciones”, como ha puesto de relieve la pandemia.