Más de un centenar de sanitarios y periodistas –concretamente, 110– se dan cita este jueves y este viernes en la XVIII Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplantes y profesionales de la comunicación. Tras 17 ediciones celebrándose en Zaragoza, Pamplona acoge por primera vez este encuentro, organizado por la Coordinación Autonómica de Trasplantes, la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y la Organización Nacional de Trasplantes, con el objetivo de “crear sinergias entre los dos mundos” para promulgar el mensaje de la donación. 

¿Cuáles son los objetivos que se marcan en estas jornadas?

–Son unas jornadas en las que intentamos que, tanto coordinadores de trasplantes como profesionales de los medios de comunicación, pongan en común experiencias, conocimientos, e intentar hacer sinergias entre los dos ámbitos con el fin de promulgar y comunicar el tema de la donación a la población. Para ello, siempre intentamos traer algún tema puntero o importante para que los periodistas entiendan qué estamos haciendo de una forma más clara y concisa para que luego puedan difundirlo.

¿Cuáles son esos temas punteros que van a abordar en esta ocasión?

–Hemos elegido, por un lado, el tema de la donación en Pediatría, que se están haciendo muchos avances últimamente, como el trasplante cardíaco de donante en asistolia o el trasplante multivisceral. Luego hacemos otra mesa en la que vamos a tratar las máquinas de preservación en vivo. Son dispositivos en los que, una vez se extrae el órgano del donante, en vez de trasplantarlo directamente en el receptor, se pone en esta máquina que lo que hace es intentar optimizar el órgano. Si este era un poco subóptimo, intentamos optimizarlo y crear una serie de mecanismos de seguridad para que, una vez se trasplante, ese órgano tenga menos riesgo de fracasar. Además, hay otra mesa dedicada a la mercantilización de las sustancias de origen humano, que es un tema de suma importancia que intenta regular la comercialización de células y tejidos, donados altruistamente. 

A principios de año, señaló como objetivo potenciar la donación en la edad infantil y se creó la figura de coordinador de trasplantes pediátrico. ¿Qué resultados han obtenido? ¿Han aumentado los donantes? 

–¿Sabe qué pasa? Que los donantes pediátricos son muy anecdóticos. Gracias a Dios, los niños que fallecen por muerte encefálica o daños cerebrales son pocos. Al ser muy escasos, lo que intentamos con esta figura de coordinador pediátrico –que es un intensivista que trabaja en la UCI pediátrica del Hospital Universitario– es que los pocos que haya no se escapen, se detecten. Este año no ha habido ningún donante pediátrico en Navarra, pero sí ha habido valoraciones de pacientes que podían ser donantes potenciales. Es decir, se han detectado, se han valorado y se ha visto que no podían serlo por contraindicaciones médicas u otros motivos, pero lo importante es que se han detectado. 

“Este año no ha habido ningún donante pediátrico en Navarra, pero sí ha habido valoraciones de pacientes que podían serlo”

José Roldán - Coordinador autonómico de trasplantes

¿Cuáles son los datos de donantes y de trasplantes de este año? ¿Han aumentado en relación a 2021? 

–Respecto al año pasado, han aumentado. A día de hoy ya llevamos más donantes y trasplantes que en todo el año pasado. Lo comentará mañana –por este jueves– Santos Induráin, pero de números vamos mejor que en 2021.

¿Y cómo están las listas de espera? 

–Lo ideal sería que las listas de espera desaparecieran con tanta actividad, pero las conseguimos mantener a raya. Hay pequeñas variaciones, no las conseguimos tener a cero –eso sería una utopía, es casi imposible, aclara–, pero hay momentos del año, sobre todo en trasplante hepático, en que no tenemos a ninguna persona en esa situación. No obstante, constantemente entran pacientes en lista de espera. Eso quiere decir que cada vez más se está viendo que hay enfermedades terminales en las que hasta ahora no se incluía el trasplante en su tratamiento, pero las cosas avanzan, y se está planteando su inclusión en otras patologías. 

¿Fallecen personas en Navarra en espera de un órgano?

–Sí, en Navarra y en el mundo.

¿Las negativas familiares se mantienen?

–Por desgracia, sigue habiéndolas. Es un tema que nos preocupa y ahí está la labor de divulgación, de información, de ir a los colegios a crear ciudadanos que desde pequeños reciben el mensaje de la donación y en la edad adulta tienen claro que la donación es positiva. Aunque hay que respetar al que dice no; eso va por delante.

La Comunidad Foral suele estar en cabeza en el ranking de autonomías con mayor número de donantes por población, pero no hay que caer en la autocomplacencia. ¿Qué retos tiene por delante en este ámbito?

–Afianzar lo que ya tenemos. Sobre todo, el programa de muerte encefálica lo tenemos bastante afianzado. Estamos ya consiguiendo ser mayores de edad o adultos en donación en asistolia –en parada cardíaca–, que es un programa que empezó en 2014 en Navarra y progresivamente vemos cómo cada vez tenemos mejores resultados. A través de este programa hemos obtenido riñones, hígados, pulmones y uno de nuestros objetivos es también intentar conseguir corazones para hacer trasplante cardíaco. Todo lo que son otros escenarios de la donación en asistolia, como pueden ser las enfermedades neurodegenerativas o pacientes con patologías terminales, que conozcan también este programa y que, dentro de las decisiones al final de la vida, sepan que existe la posibilidad de ser donante. Está el tema de la donación pediátrica, que seguimos también trabajando, potenciar la donación de tejidos, porque hay personas que necesitan córneas o tejido osteotendinoso para mejorar su calidad de vida, y también está la donación de médula ósea, que debemos potenciar y no tenemos que olvidar que hay muchos pacientes que la necesitan. Queremos que Navarra tenga un buen número de donantes de médula ósea registrados.