El centro navarro de Mendoza, con unos 300 miembros, cuida la gastronomía de sus antepasados. Cuando organizan una comida con menú foral no falta la txistorra. Pero como no la pueden adquirir en el supermercado, Gonzalo Roberto Erice, de 69 años y presidente de esta entidad, elabora este producto tan sabroso. Por el momento, no quiere desvelar su receta. “Otras personas cocinan más guisos típicos de la Comunidad. Disfrutamos de las costumbres traídas de Navarra e instaladas en Argentina”, apunta Erice, casado con Claudia Rubio y padre de Gonzalo Andrés, Victoria y Juan, de 44, 41 y 38 años, respectivamente.
El centro de Mendoza da la bienvenida con una entrada reservada para homenajear a sus impulsores, a través de retratos en las paredes. Entre los nombres propios, Alicia Domínguez, Prudencia Martínez Irisarri o Atilio Domínguez, quien fuera presidente. De esta forma, la sala principal lleva el nombre de este último.
"Los relatos familiares alimentan el apego a las tradiciones navarras con programas y actividades"
Desde Unzué
El abuelo y abuela de Gonzalo Roberto viajaron de Unzué a Mendoza para buscar una oportunidad. Allí plantaron viñedos para la elaboración de vinos. “En las comidas siempre ha estado presente la historia de la familia, y el centro navarro se convierte en el lugar para compartir esa vivencia que para cada uno de nosotros es única, pero que en realidad resulta común para los que se aventuraron a dejar su tierra y venir a este país en busca de una vida mejor”, aclara Victoria Erice.
Estos relatos semejantes “alimentan el apego a las tradiciones navarras con programas y actividades, a pesar de esa distancia de 10.000 kilómetros”, concluye la hija de Gonzalo.
Fundado el 3 de diciembre de 1983
Atilio Domínguez fue cofundador del centro de Mendoza, que el próximo año cumplirá cuatro décadas. Los creadores escogieron una fecha señalada para cualquier oriundo de la Comunidad Foral: el 3 de diciembre, el Día de Navarra y de San Francisco Javier. Una réplica del santo y patrón descansa en el extremo derecho de la repisa del fogón, y un San Fermín en el otro lado.
Junto al hogaril, un piano muestra la placa conmemorativa de la primera visita de Gabriel Urralburu como presidente del Gobierno de Navarra a la República de Argentina en septiembre de 1988, cinco años después de la puesta en marcha de este centro. Y cerca de este recuerdo, cuelga otro en la pared: el retrato de Pablo Sarasate, regalado por el Ejecutivo foral en 2008 por el centenario del fallecimiento del músico.
Estos detalles reposan en la sala Atilio Domínguez. Este navarro, fallecido en 2004, ostentó la presidencia del centro de Mendoza durante 18 años. Desde la década de los 50 del siglo pasado, impulsó numerosas actividades tendentes a mantener la cultura, las tradiciones y las señas de identidad de Navarra en Mendoza.
