El terremoto en Turquía y Siria ha agravado la situación de vulnerabilidad de todas las personas refugiadas que viven en los campos huyendo de la guerra y del miedo. Con el fin de prestar ayuda a aquellos que más la necesitan, voluntarios y voluntarias de la ONG Zaporeak, entidad sin ánimo de lucro que lleva funcionando siete años, han organizado esta mañana una gran recogida de alimentos en distintos puntos de Euskal Herria para amparar a los afectados por el terremoto. En concreto, en Pamplona se han colocado en el centro comercial La Morea y en el antiguo edificio Iwer Matesa, en el barrio de la Rochapea.

Ana Larumbe, voluntaria, ha explicado que gracias a la asociación en algunas ciudades, como es el caso de Lesbos, se da de comer diariamente a 1.300 personas. “Además de proporcionar comida cada día, también recogemos ropa y calzado en actos y conciertos, y apoyamos a otras organizaciones”, ha puntualizado. Una de estas entidades es la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, que les informa sobre la situación de las personas refugiadas.

Con la recogida de alimentos de ayer, Ana ha explicado que van a intentar que llegue todo correctamente, tanto a Siria como a Turquía, a pesar de que en Turquía se dan algunos “problemas burocráticos”. Asimismo, ha indicado que las recogidas de alimentos “siempre sorprenden para bien”.

“La gente está muy concienciada”, ha aclarado la voluntaria. La recogida, que ha tenido una duración de 10 a 14 horas, ha ido “estupendamente”, según ha recalcado Ana. A las 9.30 horas, media hora antes de que comenzara la recogida, en la Rochapea ya habían recolectado 15 cajas grandes de comida. “La respuesta humana ante estas situaciones siempre es espectacular”, ha detallado.

Con seis voluntarios en la Rochapea y otros seis en La Morea, han logrado reunir 120 cajas grandes de cartón a lo largo de la mañana. “Lo que más abunda es la leche, aunque también hay mucha legumbre y mucha pasta”, ha puntualizado Ana. 

"La respuesta humana ante estas situaciones siempre es espectacular"

Ana Larumbe - Voluntaria

Xabier, vecino de la Rochapea, se enteró de esta iniciativa ayer. “Me lo comentó un amigo y quise colaborar. He traído seis bricks de leche y cuatro paquetes de arroz”, ha expresado. “Creo que no cuesta nada ayudar. Si nosotros estuviéramos en esa situación también nos gustaría recibir ayuda”, ha destacado tras comentar que las recogidas de alimentos son “esenciales” y una “gran labor humanitaria”.

Apenado por la situación de las personas refugiadas, ha señalado que “para lo que nosotros es algo normal, como tener un paquete de macarrones en casa, para muchos es algo casi imposible. Todos tenemos que ser más humanos y aportar nuestro granito de arena”.

También Maite García, junto a su amiga Carla, ha querido ayudar en la recogida. “Nosotras hemos traído leche, macarrones y atún”, han detallado ambas. “Hoy en día hace falta bastante solidaridad y no cuesta nada ayudar, aunque sea solo un poquito”, ha añadido Maite.