La pareja de la localidad madrileña de Colmenar Viejo que fue detenida por el presunto maltrato de sus ocho hijos menores de edad, que eran "castigados físicamente y estaban malnutridos" y confinados en una habitación, ha quedado en libertad bajo medidas cautelares, han indicado a EFE fuentes de la Guardia Civil.

A los padres, un médico de 45 años y una mujer de 44, se les ha retirado cautelarmente la patria potestad de los menores, de los que tienen una orden de alejamiento y que han quedado ingresados en un centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid.

La detención tuvo lugar el 29 de marzo bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de Colmenar Viejo, en el marco de una investigación del Equipo de Policía Judicial, y en la entrada y registro del domicilio participaron el Fiscal de Guardia, Agentes tutores de la Policía Local, Servicios Sociales, así como agentes del Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Comandancia de Madrid.

Violencia intrafamiliar

La investigación se originó días antes, tras una denuncia de presuntos malos tratos contra una menor, iniciándose un estudio pormenorizado del entorno familiar.

Según el Ministerio del Interior, las primeras pesquisas revelaron que los menores solían faltar constantemente a clase, siendo "justificadas las ausencias escolares por el padre, que ejerce de médico en un hospital madrileño", y que este también sometía a malos tratos a la madre de los menores, una española de 44 años, que a su vez "también ofrecía un trato degradante y descuido sobre sus ocho hijos".

Amenazas y condiciones insalubres

La investigación judicial confirmó "una grave situación de desamparo" y de violencia doméstica, presuntamente ejercida por el padre, al que también se investiga por un posible delito de hurto, pues al registrar la vivienda se hallaron uniformes y material hospitalario cuya procedencia no se pudo acreditar.

En el registro quedó patente que la vivienda presentaba "un estado de insalubridad en todas las dependencias a excepción del despacho" del padre, mientras que la situación higiénico sanitaria de baños y cocina era "pésima".

Los ocho menores malvivían en una habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.

Castigados a la intemperie

Los vecinos de la pareja han denunciado que dejaban encerrados a los niños "horas y horas" en el patio, hiciera el tiempo que hiciera, y eran frecuentes los ruidos y vida nocturna de la familia en la vivienda.

Hace unos días los menores "cogieron unas cerillas y quemaron la valla y casi queman la casa" según cuenta Enrique, uno de los vecinos que asegura que incluso "alguna vez, una niña intentó como tirarse por la ventana porque estaban todo el tiempo en una habitación y no podían salir".

Son algunos de los testimonios recogidos por EFE en esta cooperativa de chalés, en la que vivían el médico de 45 años y su mujer, de 44, con las persianas bajadas todo el día.

Dentro estaban los ocho hijos, que dormían en una sola habitación de un chalé que cuenta con unos 250 metros cuadrados, con tres plantas y tres baños, según cuentan los vecinos.

Encerrados en una habitación

Cuenta Enrique, uno de los vecinos, que cuando las ventanas de la casa estaban abiertas se podían ver, desde los chalés de enfrente, las literas de la habitación de los niños de donde no podían salir". También los dejaban, según continúa su relato, encerrados en el patio.

"Estaban siempre solos", según mantiene este vecino, que "intuía algo", pero no que se produjera un maltrato, y a quien le extraña que en el colegio no se dieran cuenta de algo antes.

Algunos vecinos coinciden en que ella parecía "un poco desaliñada", pero que el aspecto de los niños, que iban al centro escolar a escasos metros de la casa, "era normal".