La doctora María José Goñi Iriarte, jefa de la sección de Diabetes del Hospital Universitario de Navarra (HUN), ha incidido en la importancia de que la implantación del sistema de monitorización continua de glucosa para pacientes con diabetes tipo 2 –el cual está financiado desde hace más de dos años para las personas con diabetes tipo 1–se acompañe de “una adecuada educación terapéutica” adaptada a cada paciente.

Para ello, el protocolo contempla que se lleven a cabo dos sesiones de formación. “Se hacen de forma individual o, como máximo, de tres personas”, intentando que los y las pacientes “tengan unas características parecidas, en cuanto a edad y conocimientos previos”, ha indicado la especialista. Así, ha proseguido, “en una primera sesión se explica qué es la monitorización continua, cuál es la diferencia entre la glucosa que está midiendo el sensor y lo que él estaba acostumbrado a medir en sangre, se explica todo el funcionamiento, la implantación, la retirada, la información que proporciona y las alarmas”.

De este modo, el paciente “se coloca el primer sensor y a los 14 días vuelve, planteando las dudas que le hayan surgido, lleva a cabo la retirada del sensor, la implantación de uno nuevo y se hace la vinculación a la plataforma que nos permitirá ver los datos”, ha relatado la endocrina, que ha señalado que “suele bastar con estas dos sesiones”, pero “hay veces que hace falta una tercera adicional”. Para la lectura de las cifras de glucosa, el paciente puede utilizar una aplicación en el móvil o un lector.