El espacio “ha quedado muy bonito; a todos los niños les encanta y les da menos sensación de hospital”, afirman las enfermeras María Sánchez y Edurne Orayen, del Hospital de Día de Oncología Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra (HUN), donde la Fundación Juegaterapia, que ayuda a los niños y niñas enfermos de cáncer a través del juego, acaba de inaugurar su primer proyecto de humanización en este centro. La remodelación, diseñada por el Estudio Rica Arquitectos, se inspira en el mundo acuático y los elementos del mar.

Gracias a la iniciativa Como pez en el hospi, la Fundación ha transformado el espacio a través de zonas de espera con juegos interactivos y paisajes cromáticos cambiantes para que los pequeños jueguen con la luz y los colores. La reforma, según explica en una nota de prensa, se ha realizado en el Hospital de Día y la sala de espera y afecta a unos 250 m2.

“Ha quedado muy bonito; a los niños les encanta y les da menos sensación de hospital”

María Sánchez / Edurne Orayen - Enfermeras del Hospital de Día

La directora de Humanización de Hospitales de Juegaterapia, Esther Pereira, explica que se han “inspirado en los elementos del mar: peces, corales, vegetación en tonalidades azules y verdes que nos recuerdan al fondo marino. Inspiran paz y armonía, favoreciendo la reducción de estrés de los pacientes durante todo este proceso”. 

Beneficios de la humanización

La humanización hospitalaria consiste en diseñar los espacios atendiendo al bienestar emocional de todas las personas que los usan. Así, creando espacios más amables, la población infantil se distrae y se benefician tanto ella, como sus familias. 

En esta línea, la doctora María Sagaseta de Ilúrdoz observa los cambios positivos que ha producido la nueva decoración: “La sala de espera, que antes estaba poco utilizada, ahora está más integrada en el conjunto. No da sensación de ser lugar de espera y está más utilizada”. Además, destaca que los y las pacientes “se entretienen mucho mirando por la burbuja, que deja ver el exterior”.

La Asociación de Ayuda a Niños y Niñas con Cáncer de Navarra, por su parte, coincide en que “ha quedado muy bonito” y, por ello, les invita a seguir reformando otros espacios, como la UCI pediátrica. “La opinión general es que ha quedado precioso”, dicen las profesionales sanitarias del Hospital de Día, que recuerdan que el primer día “apareció uno de los pacientes, un adolescente, vestido de surfero, con su bañador, sus gafas y la tabla de surf. Fue genial la entrada que hizo”. Y es que “son niños y niñas normales que tienen las mismas necesidades de jugar, de reír, de gritar y de enfadarse que el resto. Hay que normalizarlos y que tengan su espacio”, concluyen desde Adano.