El centro de investigación biomédica Navarrabiomed, en el que participan el Ejecutivo foral y la Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha comprobado que la administración de ranolazina, un fármaco utilizado para problemas cardíacos, potencia la eficacia de las terapias actuales contra el melanoma en ratones. Los resultados del estudio, publicados en la prestigiosa revista 'Nature Metabolism', brindan una opción terapéutica alternativa para el tratamiento del melanoma, el cáncer de piel más letal en Navarra, que afecta a 19 mujeres y 17 hombres por cada 100.000 habitantes.

En la mayoría de los casos, los pacientes que padecen melanoma responden positivamente a terapias dirigidas contra el gen BRAF, crucial en el avance del tumor. Sin embargo, pronto desarrollan resistencias y los tumores continúan creciendo. Investigaciones recientes sugieren, además, que la inmunoterapia es menos efectiva en estos pacientes.

De acuerdo con la Unidad de Señalización en Cáncer de Navarrabiomed, la aplicación del medicamento ranolazina promovería la preparación de futuros ensayos médicos para confirmar y validar su efecto en pacientes oncológicos. Este fármaco está aprobado para su uso en seres humanos y ya se emplea para tratar la angina crónica, que causa dolor u opresión en el pecho en curso que se siente cuando el corazón no recibe oxígeno suficiente,

En este sentido, cada vez se diagnostican más casos de melanoma de piel en Navarra, pero la supervivencia a este tipo de cáncer también es cada vez mayor. Así, entre 2002 y 2022, la tasa de incidencia anual por cada 100.000 habitantes se ha incrementado tanto en hombres como en mujeres: ha pasado de 11,6 a 17,7 casos en varones y de 13,6 a 17,1 casos en mujeres, lo que supone un incremento anual del 2,1% y del 1,6%, respectivamente. 

La investigación

El melanoma es un cáncer de piel causado por células que se comportan mal y crecen sin control. Las terapias dirigidas existentes actúan contra uno de los genes claves en la progresión tumoral, el gen BRAF, pero a veces las células del melanoma se vuelven resistentes y siguen creciendo. Lo que los científicos descubrieron es que la ranolazina puede hacer que las terapias funcionen mejor y también ayuda al sistema inmunológico del cuerpo a combatir el cáncer.

La investigación ha profundizado en el impacto del metabolismo de los ácidos grasos en la resistencia a los inhibidores de BRAF, demostrando cómo la ranolazina desacelera el progreso del tumor y, aún más esencial, mejora la visibilidad de las células de melanoma para el sistema inmunológico, lo que potencia la respuesta a las inmunoterapias y fortalece la capacidad de los linfocitos para controlar el crecimiento del cáncer. 

La investigación ha sido coordinada por Imanol Arozarena Martinicorena, responsable de la Unidad de Señalización en Cáncer de Navarrabiomed, y forma parte de la tesis doctoral por la UPNA de Marta Redondo Muñoz, investigadora de la unidad. En la misma también han participado investigadores del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH (Sant Joan d’Alacant, Comunidad Valenciana) y el IRB Barcelona.

El estudio lo han desarrollado en estrecha colaboración con el Instituto de Neurociencias, centro mixto del CSIC y Universidad Miguel Hernández, junto a Francisco Javier Rodríguez Baena, bajo la dirección de Berta Sánchez Laorden, investigadora principal del grupo Plasticidad Celular en Desarrollo y Enfermedad. Así como con el IRB Barcelona, centro al que pertenece el doctor Salvador Aznar-Benitah, investigador ICREA y jefe del laboratorio Células Madre y Cáncer y del laboratorio traslacional Alteraciones Metabólicas Sistémicas en el Cáncer.