Navarra es una comunidad pionera en la respuesta ante paradas cardiacas, una dolencia que afecta al año a entre 150 y 200 navarros. La supervivencia de la Comunidad Foral se situó el año pasado en el 18%, el doble que en el conjunto del Estado, una tasa que se ha ido incrementando en los últimos años gracias principalmente a la labor que ha desarrollado la asociación El ABC que salva vidas junto a sanitarios, centros educativos, policías e instituciones del Gobierno de Navarra.

En la última década, la Comunidad Foral ha incluido las formaciones en reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios en los centros educativos, en las policías navarras y en el ámbito deportivo, donde el año pasado se creó un programa de prevención de la muerte súbita en deportistas.

Diego Reyero, director del Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte (CEIMD) de Navarra y vicepresidente de El ABC que salva vidas, ha destacadoeste lunes, Día Mundial de la Parada Cardiaca, que la formación de la población "es fundamental para una buena respuesta ante una muerte súbita" ya que ante una parada "quien tiene que actuar es quien lo presencia". Reyero ha recordado que la muerte súbita cardiaca es aquella parada repentina e inesperada que ocurre en una persona que previamente se encontraba bien.

"Parada cardiaca es el término que se emplea cuando el corazón deja de latir. La sangre deja de fluir y tanto el oxígeno como los nutrientes que esa sangre transporta no llegan a los tejidos, produciéndose lesiones en los órganos. El cerebro es el órgano más sensible a la falta de oxígeno, comenzando a sufrir daños a partir del minuto 3-5, pasando a ser irreversibles a los 8-10 minutos de no recibirlo", ha expuesto.

Por ello, actuar con rapidez es básico para la supervivencia de estas urgencias tiempo-dependientes, pero el coste económico y humano de un sistema sanitario que pudiera dar respuesta en los tiempos necesarios, ha apuntado Reyero, "es inasumible y debemos buscar alternativas en las que esté implicada toda la sociedad".

"Navarra ha demostrado ser una sociedad implicada y solidaria en la respuesta a este problema de primera magnitud para la salud pública. El trabajo conjunto de diferentes departamentos de la administración y de otras entidades, ha llevado a Navarra a ser una comunidad pionera y con unos resultados de porcentaje de supervivencia que algunos años han duplicado los de la media en España", ha insistido.

El ABC que salva 30 vidas en una década

La asociación El ABC que salva vidas surgió en 2011 ante la necesidad de formar a la población navarra en reanimación cardiopulmonar (RCP). La idea surgió de un grupo de sanitarios –entre los que se encontraba Diego Reyero, vicepresidente de la asociación y director del Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte (CEIMD) de Navarra– que veían cómo al atender paradas cardiacas, quienes lo presenciaban no hacían nada. Así que empezaron con cursos de formación que han ido extendiendo a diferentes ámbitos y gracias a los cuales se han salvado 30 vidas en la última década en Navarra. En ese tiempo, El ABC que salva vidas ha formado a más de 84.000 personas en la Comunidad Foral, entre ellos 76.000 escolares, 2.287 docentes y 248 policías.

Reyero ha recordado –Día Mundial de la Parada Cardiaca– que la asociación comenzó en el año 2011 con un programa de formación del profesorado dotando de las herramientas necesarias al mismo, tanto en conocimientos como en material, para que en los colegios se impartiera la materia de Soporte Vital Básico. “Tres años después de iniciar el programa, en 2014, los departamentos de Educación y de Salud dieron un paso muy importante y se incluyó esta formación en el currículo de 5° y 6° de Educación Primaria y de 2º y 4º de la ESO”, ha señalado.

Además, en ese mismo año Salud creó el Comité de Atención a la Urgencia Vital, apareciendo la figura del coordinador de la parada cardiaca y del coordinador de la capacitación ciudadana frente a la urgencia vital. “Esto fue un hecho muy importante ya que permitió el inicio de dos programas más que se sumaron a combatir la muerte súbita en 2015: el programa de formación policial y el programa de formación ciudadana”, ha detallado Reyero.

De hecho, la primera demostración de que los cursos de formación funcionaban se dio en marzo de 2015, cuando dos agentes de la policía municipal de Zizur Mayor que acababan de recibir el curso salvaron la vida del vecino Luis Elizalde, primer superviviente directo del programa. “En marzo de 2018 un menor de 15 años salvó la vida de su padre que sufrió en su domicilio una parada cardiaca, realizando 9 minutos de reanimación cardiopulmonar antes de que llegara la ayuda”, ha recordado el vicepresidente de el ABC que salva vidas.