Nueve gobiernos autonómicos “hicieron caja” en 2022 con el incremento de los fondos destinados por los Presupuestos Generales del Estado para dependencia, “aliviando las arcas autonómicas en lugar de incrementar la atención a personas dependientes”, algo que no sucedió en Navarra, donde esta aumentó un 8,8 %. Es una de las conclusiones del Observatorio de la Dependencia que elabora la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, que también señala que 45.360 personas murieron en 2022 mientras estaban en las listas de espera de la dependencia, lo que significa una muerte en estas circunstancias cada 12 minutos. Indica además que la inversión pública en Atención a la Dependencia fue el año pasado de 10.234 millones de euros, que la aportación de las comunidades autónomas se redujo en 98 millones y que sigue existiendo una “acusada desigualdad territorial” en financiación.

Los datos del Observatorio de la Dependencia muestran que las comunidades que en 2022 disminuyeron el gasto en la atención a personas en situación de dependencia respecto a 2021 fueron Cataluña (-57,3 millones de euros), Cantabria (-8,7), Asturias (-10,8), la Comunidad Valenciana (-40,6), Andalucía (-51,6), Extremadura (-11), Madrid (-15), Castilla y León (-7,4) y Murcia (-1).

Califica como “especialmente sangrantes” los “recortes” que se han producido en Murcia y Cataluña, comunidades que el año pasado ocuparon los últimos puestos de la Escala de Valoración del Observatorio de la Dependencia, y en cambio destaca en positivo los incrementos de Baleares (17 %) y Navarra (8,8 %).

Como un “elemento crucial” de la “acusada desigualdad territorial”, destaca que las comunidades que más invierten en dependencia por persona potencialmente dependiente y año son la CAV (2.329 euros), Extremadura (1.706) y Navarra (1.701).