Los informes oficiales sobre abusos en la Iglesia en Navarra suman ya 42 victimarios en 33 centros

Más allá de los censos hipotéticos, lo cierto es que en Navarra ya existía un importante recuento de dichas víctimas gracias a las denuncias presentadas en la Oficina de Víctimas del Delito, en policías y juzgados, y recopiladas la mayoría en este periódico. Sirvieron dichos testimonios de base para confeccionar un trabajo completo en la Universidad Pública de Navarra, encargado por el Gobierno foral, y que elaboró el investigador Mikel Lizarraga.

Dicho informe cifró en al menos 58 las víctimas que sufrieron abusos en la Comunidad Foral, entre 1948 y 1985, “si bien de la lectura del mismo y de otras informaciones parece bastante claro que estas cifras constituyen solo la punta del iceberg de un problema de dimensiones mucho mayores”, afirmó en su día el anterior consejero de Justicia, Eduardo Santos. Ahora, el informe del Defensor del Pueblo incorpora nuevos casos que, según el cotejo realizado por este periódico, supone que la suma total de víctimas denunciantes en Navarra alcanza hasta ahora las 71 personas y que los agresores victimarios se elevan a los 42. En cuanto a los lugares donde se produjeron dichos abusos, se han localizado hasta 33 centros, es decir, órdenes religiosas, congregaciones, colegios, parroquias y campamentos donde se cometieron dichas tropelías.

En el estudio elaborado por el Defensor del Pueblo aparecen varios casos que todavía no se habían hecho públicos en la Comunidad Foral. Aunque ha existido un cierto trasvase de información con la comisión de reconocimiento de víctimas del Gobierno de Navarra, ambas estadísticas comparten la mayoría de cifras y abusos denunciados, pero cada una contiene también particularidades que solo se contienen en los recuentos de una de las instituciones. El Defensor recoge en un anexo del informe la localización de los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica que fueron comunicados durante el periodo de recogida de información y elaboración del informe, es decir, entre el 1 de julio de 2022 y octubre de 2023.

Tres fuentes de información

El listado incluye todos los casos reportados, sin descartar ninguna alegación, siendo indiferente si estaban comunicados o no a la justicia civil o canónica, o si estaban prescritos, archivados o resueltos. Para ello toma nota de los casos recogidos en la Oficina de Víctimas, los que sean reconocidos por la Iglesia Católica o que fueran incluidos en los cuatro dossieres que el diario El País ha elaborado con testimonios recabados por sus periodistas y de los que se ha hecho entrega al Vaticano. En el caso de Navarra, a los hechos constatados entre 1948 y 1985 que ya aparecían en el informe de la UPNA, el nuevo trabajo de la institución que dirige Ángel Gabilondo amplía dicho espacio temporal, puesto que aparecen abusos en un campamento de Maristas realizado en Isaba en 1990 como el caso más reciente identificado. Además, en el colegio de las Misioneras Dominicas de Barañáin, el Defensor señala que hubo un caso de abusos en torno a 1987. También recoge un caso de abusos en el colegio Santa Teresa de Jesús de Pamplona en torno a 1963 sobre una niña (Anne, testimonio publicado recientemente en este medio) e igualmente aparecen varios casos vinculados directamente a sacerdotes ejercientes en varias parroquias de Navarra.

Así, se constata la presencia de un mismo victimario agresor que cometió abusos sobre un varón en la casa parroquial de Barañáin y sobre otra víctima en la casa parroquial de Murchante. También está presente en el informe un párroco que ejerció en Castillonuevo y que fue denunciado por una persona por abusos hace varias décadas y el caso de una vecina de Isaba que denunció los abusos del coadjutor de la iglesia de la localidad, cometidos allá en 1968.

Aparece igualmente una denuncia formulada en el periódico El País por una persona sobre un miembro de la parroquia de San Juan Evangelista de Peralta cometidos en 1975. Por último, en los últimos datos conocidos del Defensor, se reseñan también casos en el colegio Cardenal Larraona de Pamplona en 1982, en la Clínica San Miguel de la capital navarra que ha sido denunciado en la propia Oficina de Víctimas del Defensor habilitada a tal efecto, en un grupo de scouts de Bizkaia que realizaba una acampada en Burgui, en el internado de los Escolapios de Estella entre 1965-1967, en el seminario corazonista de Alsasua por un caso de 1963 y en los misioneros de los Sagrados Corazones de Artajona donde se reconoció un caso por parte de la propia Iglesia. Este recopilatorio sumaría los casos nuevos a aquellos ya incluidos en los estudios del Gobierno foral.