El cáncer de páncreas es probablemente el más temido por la población. El servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Navarra (HUN) diagnostica cada año unos 50-60 casos y “uno de los problemas es que la mayoría de las veces se detecta ya en una fase bastante avanzada”, señala la jefa del servicio, Ruth Vera García. Y es que, añade, este tumor con una tasa de supervivencia “muy baja” cuando da síntomas “ya suele estar muy avanzado y, por eso, resulta muy difícil diagnosticarlo de forma precoz”. 

Como explica la doctora Vera, el páncreas es un órgano que “tiene una doble función, que es vital. Por una parte, es necesario para la digestión, porque produce unas sustancias que llamamos enzimas que ayudan en la digestión de todo lo que comemos –de hecho, refiere que muchos de los síntomas que padecen los pacientes afectados de este cáncer son pérdidas de peso, diarreas, dificultad para comer bien...– y, por otra parte, una función hormonal, porque segrega una hormona muy importante, que es la insulina –muchas veces se acompaña de la diabetes–, así como otras hormonas menos frecuentes”.

Síntomas y factores de riesgo

Entre los síntomas más frecuentes de este cáncer, está la ictericia, un dolor epigástrico, en la zona alta del abdomen que va hacia la espalda y que no se acaba de quitar, la pérdida de peso, de apetito y problemas de alimentación. En cuanto a los factores de riesgo, la especialista señala que “está asociado con el tabaco, con la obesidad y con el alcohol” y, por ello, recomienda llevar hábitos de vida saludables y hacer ejercicio.

Además, la facultativa destaca la dificultad para lograr una detección temprana de este tumor. “La mayoría de las veces se diagnostica porque se obstruye la vía biliar y el paciente ya nos viene amarillo, con ictericia, y otras veces acude con dolor y este es un signo de que la enfermedad está avanzada. Es muy difícil el diagnóstico precoz, porque cuando da síntomas el tumor ya es grande”. No obstante, prosigue, “tumores que no son muy grandes y que en otro órgano se podrían quitar sin ningún problema, aquí por su localización anatómica hace que no se puedan extirpar porque están enganchados a un paquete vascular importante”, ya que en la cabeza del páncreas hay muchos vasos y arterias principales.

También apunta que solo “un grupo muy pequeño de casos son hereditarios y, cuando identificamos uno en una familia, se les hace un seguimiento especial más estrecho”. 

Ruth Vera, jefa del servicio de Oncología Médica del HUN. Unai Beroiz

Incidencia y mortalidad, cerca

Respecto a las cifras de nuevos casos, apunta que “hay un aumento de la incidencia en general en todos los tumores”. Y, en relación a la tasa de supervivencia a los 5 años, confirma que “es muy baja. De hecho, incluso en pacientes que se operan y con enfermedad localizada, es del 10-15%”. En este sentido, la jefa de Oncología Médica indica que el año pasado en el Estado “se registraron 9.000 casos y la mortalidad fue casi igual a la incidencia” y eso “quiere decir que necesitamos que haya más investigación específica para este tipo de tumores, porque uno de los problemas que tenemos es que, de momento, la inmunoterapia no funciona y no contamos con tratamientos dirigidos para este tumor”. 

Vera expone que la mayoría de los casos “tienen una mutación concreta (KRAS) y hoy no se tiene un tratamiento específico dirigido a ella, aunque hay muchos grupos investigando. Así, el tratamiento estándar sigue siendo cirugía, quimioterapia y, en algunos casos, radioterapia”.

Un tumor peculiar: “la roca”

Preguntada por qué las opciones terapéuticas actuales no son efectivas, la oncóloga afirma que “es un tumor peculiar” y, de hecho, apunta que “le llaman la roca”. Un apelativo que se debe a que “la quimioterapia accede difícilmente a la célula tumoral y a que es un tumor denominado frío y en este tipo la inmunoterapia no funciona y no disponemos de muchas alteraciones moleculares conocidas con tratamiento específico, con lo cual sí que se están investigando otras vías, pero hoy por hoy no ha cambiado el tratamiento estándar”. 

Por todo ello y con motivo del Día Mundial del Cáncer de Páncreas –que se celebró este jueves–, la doctora Vera incide en la importancia del trabajo en equipo y de potenciar la investigación. “En todos los tipos de tumores es importante el trabajo multidisciplinar en equipo –el diagnóstico del patólogo, la labor del radiólogo, del especialista en digestivo, del cirujano, los oncólogos, los psicólogos, los endocrinos...–, que es la única forma de poder hacer el mejor tratamiento individualizado para cada paciente y, por otra parte, es importante investigar, que en los hospitales se haga investigación clínica y básica con clínicos y biólogos, para poder contestar a todas estas preguntas”.