Ramón Villanueva Moreno (Marcilla, 1954) ha sido de esos médicos que llevan la profesión en la sangre y cuya máxima obsesión es el bienestar del paciente. Precisamente por eso ha estado 36 años atendiendo al mismo cupo de pacientes en el centro de salud de Iturrama, hasta su jubilación en 2021. Porque Villanueva entiende la medicina “como la relación directa con los pacientes, sus familias y el entorno en que viven, para hacerles un seguimiento a través de los años”. “Por esta razón, elegí la especialidad de Medicina de Familia y he procurado –y conseguido- estar toda mi vida profesional en el mismo equipo y con el mismo cupo de pacientes”, ha subrayado este lunes tras recibir el Premio Sánchez Nicolay a las Buenas Prácticas Médicas.

Sin embargo, el facultativo es consciente del momento de crisis que vive la Atención Primaria, con una pérdida importante de su atractivo, y apunta a la base de la pirámide: “Es muy importante que en las facultades los alumnos estudien más tiempo Medicina de Familia porque es la base, luego ya escogerán la especialidad que quieran. Pero en vez de pasar con nosotros tres meses, deberían pegarse un año de prácticas. Pero para eso tiene que cambiar todo”.

Villanueva aboga por apostar más por la Primaria desde las facultades, pero inciden también en la necesidad de “vender” la Medicina de Familia como se vende la Especializada. “Se hace mucho hincapié en el último trasplante que se ha conseguido o en la última operación de ojo que se ha logrado hacer, y son avances muy importantes, pero también estaría bien destacar que muchas de las personas que atendemos no llegan a realizarse esas operaciones porque se les ataja a tiempo en los centros de salud. Se salvan más vidas desde la Primaria consiguiendo que los pacientes dejen de fumar, que luego con operaciones de pulmón. Pero eso es algo que vende menos... Lo que vende es lo más novedoso, los prodigios que hacen los especialistas. Y esto tiene que cambiar porque una medicina solo con especialistas es inviable”, ha argumentado.

“Emoción y sorpresa”

El facultativo reconoce “la emoción y la sorpresa” que sintió cuando le comunicaron el reconocimiento. Sobre todo porque hace dos años que estaba jubilado, algo que, según apunta, “me ha hecho todavía más ilusión porque si se acuerdan de mí a los tres años, es que algo habremos hecho bien”, ha señalado con una sonrisa.

Villanueva ha querido agradecer a su familia “el apoyo y la ayuda”, y ha compartido el premio con los y las profesionales que trabajan en Atención Primaria “y sobre todo, con mis compañeros del centro de salud de Iturrama donde he desarrollado toda mi actividad: profesionales de medicina, enfermería, trabajo social, y personal administrativo –imprescindible para el buen funcionamiento de un centro de salud–”.