Este sábado 25 de noviembre, Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, desde el Gobierno de Navarra renovamos nuestro compromiso para la erradicación de todas las violencias. Desde el Instituto Navarro para la Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INA/NABI) nos corresponde ejercer la competencia de coordinación y gestión de las medidas de actuación integral frente a la violencia contra las mujeres y uno de las obligaciones derivadas de ello es la de llevar a cabo una labor de información y sensibilización social en torno a la violencia contra las mujeres. 

Este fenómeno constituye un problema estructural de primer orden que vulnera los derechos humanos de las mujeres, que en Navarra representamos algo más de la mitad de la población, el 50.53% concretamente. Lamentablemente, cada día nos llegan a través de los medios de comunicación episodios de violencia contra las mujeres: a lo largo de todo el año pasado se registraron en Navarra 290 denuncias más que en 2021, un total de 1.929 denuncias, de las cuales 244 (el 12.65%) corresponden a violencia sexual. 

Por todo ello, este año queremos poner el foco de manera especial en las violencias sexuales, uno de los tipos de violencia más invisibilizadas, normalizadas y estigmatizadas en nuestra sociedad. Las violencias sexuales incluyen diversas tipologías: agresión sexual, que son aquellos actos de contenido sexual que se realizan empleando violencia, intimidación o abuso de una situación de superioridad (o de vulnerabilidad de la víctima), o cuando la víctima tenga anulada por cualquier causa su voluntad; acoso sexual en cualquier ámbito (laboral, en el espacio público, en espacios de ocio, en la esfera deportiva, …); explotación de la prostitución ajena; las violencias sexuales digitales (sextorsión, grooming, stalking …); la mutilación genital femenina; el matrimonio forzado; y la trata con fines de explotación sexual, además del feminicidio vinculado a la violencia sexual. Las diferentes formas y ámbitos de la violencia sexual están presentes en la vida cotidiana, causan sufrimiento (incluso la muerte), y múltiples efectos en la salud de las mujeres. 

En la campaña realizada este año con motivo del 25N, hemos querido señalar este tipo de violencia contra las mujeres, y evidenciar su origen, que es la profunda desigualdad entre mujeres y hombres que estructura nuestro sistema. Vemos esencial en estos días apelar a la reflexión ciudadana en torno a estas violencias y al papel central del consentimiento en cualquier relación libre entre las personas. 

Es de plena actualidad también en el seno de Unión Europea el debate en torno al consentimiento, cuestión que se está trabajando en el marco de la nueva Directiva Europea contra la violencia contra las mujeres. Esta Directiva, siguiendo las líneas establecidas en el Convenio de Estambul, introduce una definición de violencia sexual que sitúa en el centro el consentimiento, en la línea de los recogido en nuestra Ley Orgánica 10/2022 de Garantía integral de la libertad sexual, más conocida como “Ley del solo sí es sí”. El debate está aún abierto, pero esperamos que la norma, vinculante para todos los estados miembros, se apruebe en su redacción propuesta incorporando estos elementos. 

Asistimos además al resurgimiento de discursos reaccionarios de la ultraderecha, presentes en el ámbito europeo e incluso en el ámbito parlamentario foral, que pretenden ocultar el hecho de que la violencia contra las mujeres sí tiene género, negando su carácter estructural y cuestionando de forma sistemática los avances feministas. Debemos mantener un compromiso firme y un discurso claro y contundente sobre este fenómeno social, y seguir avanzando en las políticas públicas orientadas a erradicar todas las violencias. La aprobación de esta Directiva europea supondría un marco común para enfrentar la violencia contra las mujeres y proteger a las supervivientes, y obstaculizaría el objetivo de la extrema derecha negacionista de regresión en cuanto a los derechos de las mujeres.

Precisamente Pamplona ha sido sede estos días, en el marco de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, de la reunión informal ministerial de Igualdad, que se ha centrado en los retos de la UE en la respuesta a la violencia contra las mujeres. La elección de Navarra como sede no ha sido casual, y se ha debido a que Navarra se sitúa en el mapa de las comunidades más avanzadas en el plano de igualdad, incluso a nivel europeo. Así lo han expresado de forma unánime la Ministra de Igualdad Ana Redondo, la Presidenta de Navarra María Chivite y la comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli en su discurso en este encuentro, poniendo en valor las reivindicaciones en torno a la violencia del movimiento feminista y la sociedad en su conjunto. Navarra sigue estando en la vanguardia de la lucha feminista y de la reivindicación de la igualdad, y gracias al impulso social y a la acción de gobierno, seguiremos avanzando en la erradicación de todas las violencias contra las mujeres. Se lo debemos a todas las mujeres víctimas, a las supervivientes y a sus hijas e hijos.