No es un curso para aprender chino, pero sí una oportunidad para acercar el idioma a sus alumnos, con discapacidad intelectual, al mismo tiempo que se trabajan otras habilidades. Este proyecto, organizado por la Fundación Qili, el Instituto Confucio de Madrid y el centro de educación especial El Molino, consiste en realizar una serie de actividades, como juegos de memoria, utilizando como dinámica central los caracteres chinos. De esta manera, se podrá trabajar con los alumnos, unos seis de entre 18 y 21 años, distintas funciones cognitivas. Así lo explicó Irene Izarra, profesora y traductora de chino además de coordinadora de programas de la Fundación Qili.

La iniciativa consiste en un taller lúdico de cuatro clases que se imparten cada miércoles desde el 10 de enero y hasta el 31 del mismo mes, por lo que supone un “curso breve de introducción a los caracteres porque el chino es muy complicado y hay que invertir mucho tiempo, sobre todo cuando tenemos un lenguaje materno como el nuestro, con el que no compartimos alfabeto ni sistema de escritura”. Sin embargo, Izarra remarcó los beneficios que aportará a los alumnos. “En general, aprender idiomas favorece el desarrollo cognitivo, pero en el caso de los caracteres chinos sobre todo se trabaja la memoria”. En este sentido, añadió que este sistema de escritura, compuesto por trazos, exige un orden y una escritura correcta, de manera que aprender a identificar y reconocer el significado de cada carácter ayuda al desarrollo cognitivo y, sobre todo, a la memoria.

Y esta no es la única ventaja del chino. Izarra sumó el “chute de autoestima” que aporta identificar caracteres y su significado. “Tengo alumnos que cuando reconocen un carácter en las redes sociales me mandan capturas muy orgullosos”. Asimismo, no olvidó mencionar la oportunidad que supone para que estos estudiantes conozcan un idioma que, “de otra manera, igual no hubieran estado en contacto nunca”. Otro punto a favor del chino es la innovación y motivación que supone para los estudiantes. “Lo nuevo siempre llama la atención y si podemos emplear esto para trabajar otras cosas desde un punto de vista menos convencional, aún mejor”, aseguró.

Porque el aprendizaje de idiomas tiene más ventajas que las “puertas que abre”. “Creíamos que era interesante acercar una parte de la cultura china, porque parece que solo podemos estudiar chino por la utilidad que tiene el idioma, pero la cultura china también puede afectar a la población navarra desde otro punto de vista”.