La presidenta del Gobierno, María Chivite, ha hecho un llamamiento al resto de partidos para trasladar una postura común al Estado sobre la transferencia de la competencia de Tráfico a Navarra, después de que el Tribunal Supremo lo denegara hace unos días: “Esta sentencia no es un ‘prohibido el paso’, sino una pausa que nos obliga a parar hoy, pero que mañana nos permitirá volver a incorporarnos a la vía de la transparencia”. Esto se hará, según ha comentado, a través de la reforma de Lorafna: “No voy a permitir que se utilice el nombre de la Policía Foral para atacar a Navarra. Asumir las competencias de tráfico no es un movimiento contra nada, ni contra nadie; tan solo es la extensión de una responsabilidad en la que se utiliza todo el conocimiento propio y ajeno para seguir siendo útiles, tal y como dice vuestro lema”.

Durante su intervención en el acto por el Día de la Policía Foral, ha felicitado a todos y todas las agentes, en especial a las que han sido reconocidas, por los servicios prestados a la sociedad navarra: “Personificais la excelencia que debe tener todo servidor público”. La presidenta ha reconocido también la reciente aprobación del reglamento de horarios, jornadas y retribuciones, “que reconoce la naturaleza singular y la exigencia de la labor policial”, así como el aumento presupuestario que se está contemplando para el desarrollo del Plan Estratégico 24-27: “Si se aprueban los presupuestos generales, este año se contará con 88 millones, un 24% más que en 2023 y casi un 60% más que en 2019. Necesitamos adaptar la Policía Foral a los retos presentes y futuros. Hay que impulsar las relaciones exteriores con otras policías y avanzar en crímenes como la violencia de género, delitos sexuales o el tráfico de drogas”. 

Además, remarcó que el cuerpo ha alcanzado el mayor número de agentes en su historia: “1148 hombres y mujeres que trabajan a diario para asegurar el bienestar de los navarros. Y os corresponde acompañarnos y, en el ejercicio de sus funciones, protegernos y defendernos de peligros que no sabemos que nos acechan”. 

La Policía Foral de Navarra ha reconocido también la labor de 78 de sus agentes y colaboradores por medio de la concesión de nueve metopas honoríficas, 47 felicitaciones públicas y 22 medallas de servicios distinguidos. La mesa ha estado presidida por la presidenta del Gobierno, María Chivite, acompañada por Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra; María Amparo López, consejera de Interior, Función Pública y Justicia; Salvador Díez Zapata, director general del Interior e Iván Ortueta, jefe de Policía Foral de Navarra.

Desde los comienzos del cuerpo en 1928 como policía de carreteras, siempre han tenido en su ADN la vigilancia del tráfico. Por ello, el plan estratégico para el período 2024-2027 pone el acento en esta labor, así como en la atención a la víctima, la resolución de las personas y la apuesta por la innovación y la modernización. “Nuestro objetivo es ser la policía de referencia en Navarra”, aseguraron. Asimismo, han agregado que su trabajo es “velar para que la atención y seguridad que reciban sea de calidad”.

La violencia de género y los delitos sexuales, epicentros de atención

Iván Ortueta, jefe de la Policía Foral de Navarra, ha agradecido durante su intervención el haber recibido la confianza del Gobierno por su nombramiento en este cargo: “He asumido este compromiso con la máxima ilusión y entrega, aunque también quiero apelar a la comprensión y paciencia de mis compañeros, ya que son muchas las solicitudes y demandas que me trasladan desde sus ámbitos, mientras que el tiempo para atenderlas es limitado. En ese sentido es muy importante la planificación estratégica”. El anterior plan, según Ortueta, ha supuesto una guía para poder conducirlos próximos objetivos. “Actualmente, nos encontramos en una fase de análisis, progresión y planteamiento de un nuevo plan estratégico que debe dar respuesta a las principales demandas de la sociedad pública, como la lucha contra la violencia de género y los delitos contra la libertad sexual”.

Ha destacado especialmente el objetivo de acompañamiento a la víctima, una postura innovadora puesto que “el autor deja de ser el epicentro para ofrecerle a la víctima el protagonismo, ayuda y atención que se merece” Asimismo, se alegró de que el número de agentes en el cuerpo haya incrementado, ya que “ser policía no entiende de géneros”, ha concluido.