La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de los Alimentos de Francia ha constatado la contaminación generalizada de los manantiales que utiliza Nestlé para su agua embotellada y considera “insuficiente” el nivel de confianza en las garantías que ofrece.

En un informe realizado en octubre a petición del Gobierno francés y cuyo contenido revelaron ayer Le Monde y France Info, la Anses subraya “un nivel de confianza insuficiente sobre la evaluación de la calidad de los recursos, sobre todo en lo que concierne a la variabilidad de las contaminaciones y su vulnerabilidad microbiológica y química”.

Eso justifica, para los autores del informe, que se ponga en marcha un “plan de vigilancia reforzado”, sobre todo por el “riesgo sanitario virológico”. La razón es que se producen “a priori de forma transitoria, contaminaciones microbiológicas de origen fecal” en manantiales utilizados para las aguas minerales embotelladas.

Además, se constata la presencia generalizada de perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, como productos derivados de pesticidas por encima del umbral reglamentario para las aguas minerales naturales.

Igualmente son frecuentes los residuos de fertilizantes de síntesis con nitrato o fósforo.

La respuesta de Nestlé a Le Monde y France Info es que sigue produciendo agua mineral natural en los manantiales de Vergêze y de los Vosgos que “responde a las normas estrictas definidas para un agua mineral natural”. También que la calidad del su agua mineral “es conforme a la reglamentación” y su clasificación como tal no está cuestionada por las “trazas residuales” de pesticidas o de PFAS.