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La FNC elabora un documento con medidas necesarias de cara a las elecciones europeas

Pretende convertirlo en una plataforma donde se articulen propuestas que procedan de la experiencia y el conocimiento de los cazadores

La FNC elabora un documento con medidas necesarias de cara a las elecciones europeas

Europa se encuentra en un momento de transición crítico, ya que se enfrenta simultáneamente a desafíos sin precedentes y a oportunidades únicas para redefinir el futuro del continente. En los últimos años, Europa ha sido testigo de una serie de eventos que han reconfigurado el panorama político, económico y medioambiental, impactando profundamente en sectores clave como el agroalimentario y el cinegético. La pandemia de la COVID-19, la crisis climática, el aumento de la volatilidad geopolítica, especialmente evidenciada por la guerra en Ucrania, y las tensiones comerciales a nivel global han generado una presión significativa sobre estos sectores, lo que ha evidenciado su vulnerabilidad, pero también su importancia estratégica para la sostenibilidad y la seguridad alimentaria de Europa.

La FNC elabora un documento con medidas necesarias de cara a las elecciones europeas

El sector agroalimentario, piedra angular de la economía europea, ha demostrado una resiliencia notable, asumiendo retos como el aumento de los costes de producción y la interrupción de las cadenas de suministro. A su vez, el sector cinegético se ha visto afectado por la creciente regulación en torno a la biodiversidad y la gestión del territorio, aspectos que requieren de un enfoque equilibrado que armonice la conservación con la tradición y la actividad económica. Estos sectores no solo contribuyen de manera significativa a la economía, especialmente en áreas rurales, sino que también juegan un papel crucial en la gestión del paisaje, la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de las tradiciones culturales.

Con estas reflexiones en mente, la Federación Navarra de Caza (FNC) ha elaborado un documento con medidas que se deberían tomar en el ámbito de la legislación europea. Se trata de un informe que ha surgido también de la urgente necesidad de establecer un diálogo constructivo y colaborativo entre los actores del sector agroalimentario y cinegético y los responsables políticos, especialmente en el contexto de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran el próximo 9 de junio. Este diálogo, a juicio de los cazadores navarros, es fundamental para asegurar que las políticas y legislaciones futuras reflejen una comprensión profunda de las complejidades y desafíos que tienen por delante estos sectores, así como para explorar soluciones que promuevan su sostenibilidad y contribución al proyecto europeo.

El documento busca un doble objetivo. Por un lado, el de informar y sensibilizar a los legisladores sobre la importancia estratégica de estos sectores, subrayando la necesidad de políticas que apoyen su desarrollo sostenible y su capacidad para contribuir a los objetivos más amplios de la UE, incluyendo la seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente y el desarrollo rural. Por otra parte, pretende convertirse en una plataforma para la articulación de propuestas concretas que emanen directamente de la experiencia y del conocimiento de quienes trabajan diariamente en estos sectores, garantizando que sus voces sean escuchadas en el proceso legislativo.

“La colaboración entre el sector agroalimentario y cinegético y los responsables de la formulación de políticas es esencial para construir un futuro europeo que sea sostenible, resiliente y fiel a sus valores de diversidad, tradición e innovación. Este documento pretende ser un paso adelante en esta dirección, ofreciendo un análisis detallado de los desafíos actuales y presentando propuestas constructivas para el futuro”, explica el presidente de la FNC, José Ángel Remírez.

El informe, que ha sido enviado a la Real Federación Española de Caza (RFEC) para que sirva como una herramienta dentro de la campaña de este organismo de cara a los comicios europeos, se estructura en siete grandes puntos: el marco legislativo y político; la flexibilidad y el realismo en las políticas ambientales; el patrimonio cultural y la biodiversidad; el rol de la caza en la conservación; la cooperación institucional y la participación social; la Política Agraria Común; y la sostenibilidad y la economía rural. En cada uno de ellos, la FNC presenta un análisis de la situación actual, plantea rumbos propicios para el sector cinegético, ofrece propuestas concretas y detalla también las contribuciones del ámbito de la caza, complementándolas con evidencias científicas cuando se da el caso.

El documento cuenta asimismo con una serie de conclusiones, que hacen hincapié en los aspectos más importantes de las reclamaciones de los cazadores. Así, por ejemplo, se establece una necesidad de que la legislación europea adopte un lenguaje claro y preciso, que garantice la seguridad jurídica para los sectores agroalimentario y cinegético. También se solicita una flexibilidad en las políticas ambientales, a través de una adaptación de las directivas europeas de la naturaleza que permita una gestión más flexible y realista de la biodiversidad, respetando en todo momento las prácticas tradicionales. En tercer lugar, se pide un reconocimiento del patrimonio cinegético, resaltando la relevancia de salvaguardarlo y promoverlo, identificándolo como un componente esencial de la herencia cultural y natural del ser humano.

Las conclusiones finalizan con la demanda de que la Política Agraria Común se alinee con los objetivos de conservación y sostenibilidad, ya que así se lograrán beneficios comunes para la agricultura y la fauna; y con la exigencia de que desde las instituciones europeas se fomente la economía rural. Para los cazadores, el papel que representa el sector en la creación de empleo y en la lucha contra la despoblación rural, por medio tanto del turismo cinegético como de la gestión sostenible de la fauna, es un elemento clave en el apoyo a las regiones rurales del continente.

“Nuestras propuestas buscan promover un diálogo constructivo y una acción coherente entre todas las partes interesadas, para asegurar un futuro en el que la conservación del medio ambiente, el bienestar económico y las tradiciones culturales se fortalezcan mutuamente”, apunta Remírez, que añade que, por medio del documento, se hace una llamada de atención a los partidos políticos, a los legisladores y a todos los actores relevantes en el Parlamento Europeo y en los gobiernos de los Estados miembros, para que sean conscientes de la situación en la que se encuentra el sector cinegético y, por ello, consideren y adopten estas recomendaciones.

A juicio del presidente de la FNC, resulta esencial que se trabaje de manera conjunta para implementar políticas que persigan cuatro grandes metas. Deben garantizar la sostenibilidad y la viabilidad a largo plazo de los sectores agroalimentario y cinegético; han de proteger y mejorar la biodiversidad, a la vez que contribuyen a los propósitos globales de conservación; tienen que reconocer y valorar las prácticas tradicionales y su contribución al patrimonio cultural europeo; y han de promover el desarrollo económico y social en las comunidades rurales, asegurando que permanezcan habitables para las generaciones futuras. “Al adoptar estas sugerencias, podemos avanzar hacia una Europa que celebre y preserve su rica biodiversidad y patrimonio cultural, mientras se asegura el bienestar económico de las zonas rurales. Es momento de actuar decididamente por un futuro sostenible y próspero para todos”, sentencia.

La caza vota en Europa

Campaña de la RFEC. La Real Federación Española de Caza puso en marcha en mayo la campaña ‘La caza vota en Europa’. Su finalidad es recordar a los partidos la importancia de la caza en España y el impacto de la legislación europea en el futuro de la actividad, ya que cerca del 80% de las normas que afectan a la actividad cinegética llegan de Europa. A través del lema #LaCazaVotaEnEuropa, se trasladan datos relevantes, como que la caza mueve alrededor de cuatro millones de votos del mundo rural o que genera más de 6.500 millones de euros anuales y cerca de 200.000 empleos en España.