No es una enfermedad grave y tampoco es nueva, aunque puede generar cierta angustia ante su principal síntoma: una erupción rojiza en las mejillas. Por ello al parvovirus B19 se le conoce coloquialmente como la enfermedad de la bofetada y en las últimas semanas se ha detectado un repunte de casos en Navarra, vinculados especialmente a la infancia y a la circulación en centros escolares.
Jesús Castilla, jefe de la sección de Enfermedades Transmisibles del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), explica que el parvovirus es típico de esta época, "después de la temporada de gripe encuentra ahora su momento", pero este año se ha detectado un repunte respecto a años anteriores, probablemente por el impacto de la pandemia, que con la mascarilla y las medidas preventivas, hizo que la mayoría de virus apenas tuviesen incidencia. "Ahora es probable que estemos teniendo los casos que no hemos tenido estos años atrás", matiza.
En Salud Pública no disponen de datos exactos de contagios, porque es una enfermedad que no se notifica, además, apunta Castilla, muchos casos cursan el virus de manera asintomática. "Es una enfermedad típica de la infancia y está vinculada a brotes escolares. Tiene un comportamiento similar al de la varicela, las paperas o el sarampión. Muchos de ellos han ido desapareciendo y el parvovirus es uno de los pocos que se mantiene", subraya el epidemiólogo.
De hecho también se le denomina la quinta enfermedad porque es la 5ª infección viral (junto con el sarampión, la rubéola, la varicela y la roséola) que provoca erupciones rojizas en la piel de los pacientes.
A través de la saliva
La enfermedad de la bofetada se transmite a través de la saliva y tiene una contagiosidad de unos 10 días, por lo que es fácilmente transmisible en edades infantiles. Al igual que el virus de la varicela, por lo general, una vez que se pasa la enfermedad se genera inmunidad, por lo que es poco probable contagiarse por segunda vez. No obstante, también se están detectando casos en adultos que siendo niños no contrajeron el parvovirus.
En niños y niñas los síntomas son leves y suelen desaparecer en unos pocos días. "Los principales son la erupción en la cara, exantema en el tronco o en las extremidades, malestar general y, a veces, fiebre", expone Castilla, que indica que en adultos es una enfermedad "algo más aparatosa": "Los niños suelen ser más asintomáticos y los adultos presentan más sintomatología. Puede llegar a ser grave en pacientes inmunodeprimidos, con anemias graves o en embarazadas".
De hecho, en Francia, está enfermedad que en la inmensa mayoría de los casos cursa de forma leve ha generado una alarma importante tras el fallecimiento de cinco bebés en lo que va de año. Según informó el Ministerio de Salud Pública francés, cinco bebés menores de un año, cuatro de ellos “en los primeros días de vida”, han fallecido debido a una infección de su madre de parvovirus. “La cifra es inusualmente alta y debe ser controlada”, advirtió el ministerio galo.
Tratamiento y cómo prevenirlo
No hay vacuna comercializada contra el parvovirus y el principal tratamiento es el de ibuprofeno o paracetamol para aliviar los síntomas. Es muy difícil de prevenir, aunque los expertos recomiendan extremar la higiene, sobre todo con lavado de manos frecuente al estar en contacto con algún niño afectado.