Los cuatro menores que el sábado fueron trasladados al Hospital Universitario de Navarra (HUN), tras ser atropellados por un rally en Fitero, evolucionan favorablemente y están estables, según indicaron desde el Gobierno de Navarra. Entre ellos se encontraba el pequeño de cuatro años, quien presentó el pronóstico más grave y requirió su traslado al HUN en helicóptero y que, “dentro de lo malo y de la gravedad, está fuera de peligro”, según aseguró Raúl Mayor, concejal de Fitero, testigo de los hechos y una de las personas que ayudó en las primeras labores de socorro.
Asimismo, la mayoría de los 13 adultos que fueron ingresados en el Hospital Reina Sofía de Tudela ya han recibido el alta. Uno de ellos fue I.L., un varón que “supuestamente era uno de los más graves al principio”, explicó Mayor. El quinto menor, finalmente, no requirió de hospitalización.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 14.32 horas del sábado, cuando uno de los vehículos del XIV Rally Villa Fitero sufrió una salida de vía y atropelló a varias personas que formaban parte del público de la carrera. Las primeras informaciones sobre los heridos apuntaban a un varón de 60 años con politraumatismos, trasladado en una ambulancia de soporte vital avanzado; una mujer de 40 años con policontusiones, trasladada en una ambulancia de soporte vital básico; un varón de 39 años con politraumatismos, trasladado en una ambulancia de soporte vital avanzado de DYA; un niño de 8 años con policontusiones, trasladado en una ambulancia de la DYA; un niño de 6 años con policontusiones, trasladado en una ambulancia de soporte vital básico; y el menor de 4 años con politrauma.
Rápida actuación
Ante este suceso, el alcalde de Fitero, Miguel Aguirre, destacó el domingo la consternación del pueblo, que “sigue muy triste y muy preocupado por la salud de todos los afectados”. De igual manera, Mayor recordó que los hechos ocurrieron “en segundos, y aquí la gente tiene el corazón en un puño más que nada por el estado del más pequeño”. Sin embargo, el concejal destacó que la colaboración de los testigos fue “chapó” a la hora de ayudar a los heridos. “En cuanto escucharon el impacto, decenas de personas ayudaron a levantar el coche accidentado entre todos y a sacar a la gente que había debajo. El pueblo y la gente que había allí estaban echando un cable en todo lo que podían y más”, explicó el concejal de Fitero acerca del accidente que también arrolló a su cuadrilla y a su propia mujer. “Yo estaba un poquito más alejado de la cuadrilla, y justamente les pilló a ellos y a mi mujer, que tiene una rotura en la falange de los dedos del pie, trauma en la cadera derecha y golpe en el brazo derecho. Fue un susto gordísimo”, añadió.
El propio Mayor fue una de las personas que ayudó a sacar al varón que se había quedado atrapado bajo el coche accidentado, así como a atender a otros heridos o personas que se desmayaban ante los hechos y el calor. “Estábamos sacando a niños como podíamos y atendiendo a la gente. Alguno se quedó debajo del coche, otros salieron volando unos metros y hubo gente que cayó rondando a un pequeño barranco que había al lado”.
Sobre lo ocurrido, Mayor recordó ver “cómo iba el coche de frente hacia la curva derecha, en vez de ir hacia la izquierda. Las ruedas hicieron un pequeño zigzag e impactó contra el lado derecho. Allí había unas vallas, que empotraron a todo el que estaba allí”, rememoró. Ante la situación, Mayor se quedó en el lugar de los hechos hasta que se fue el último herido, que coincidió que fue su mujer.
Causa y zona restringida
Las investigaciones parecen apuntar a que el accidente fue provocado por una posible rotura de algún latiguillo de los frenos, por lo que el piloto “no pudo frenar lo suficiente como para poder seguir la trayectoria que le marcaba la pista”, explicó Nacho Manero, director técnico de la Federación Navarra de Automovilismo (Fenauto). Según Manero, “a raíz de revisar el vehículo con posteridad del accidente, parece que detectaron ese fallo y achacaron el suceso a ese problema mecánico”. Es por eso que se apunta que “tuvo esa salida en el cruce, que coincidió con la mala suerte de que había un grupo grande de espectadores”.
Y aunque Manero no fue un testigo presencial, las imágenes que pudo ver de los atestados indicaron que la zona del accidente “sí que estaba marcada como de prohibido público”. El director técnico explicó que, “generalmente, en estos cruces en los que la escapatoria en caso de que haya algún problema es la línea recta, se suele dejar una zona que se encinta con señalización de ‘prohibido el público’”, añadió.
Asimismo, Manero recordó que, en el momento en el que pasaron los coches de seguridad por ese tramo, “no había gente ocupando esa zona”. El director técnico de Fenauto apuntó que estos vehículos son los encargados de recorrer el trayecto de la carrera minutos antes de que comience “para cerciorarse de que el público está colocado en los sitios en los que debe y que el recorrido está apto para que se pueda disputar la carrera”. Sin embargo, a pesar de las “elevadas y estrictas” medidas de seguridad, la propia naturaleza de este deporte de riesgo no permite que el peligro “sea cero, tanto para participantes como para espectadores”. Y es por eso que, “hechos como este, demuestran que a veces no son suficientes las medidas”.