En el turno de los grupos parlamentarios presentes en la comisión de Interior y Justicia en la que se conoció la memoria de la comisión que investiga los abusos sexuales en el seno de la Iglesia se pudieron escuchar voces de todo tipo, pero sobre todo la discusión fundamental partía de la idea de los grupos que no querían generalizar y culpar a la Iglesia como institución de estos abusos y lo sitúan en la esfera personal y quien no opina ba lo mismo. Partidaria de señalar solo al culpable es la parlamentaria de UPN Marta Álvarez, que dijo que “estamos radicalmente en contra de cualquier abuso, de cualquier violencia, venga de donde venga”, si bien insistió en que “las violencias las cometen las personas, no las instituciones”. “Hay que huir en lo posible de la politización de estos actos, por muy execrables que sean, que lo son”.
En nombre del PSN, Inma Jurío destacó el “avance” que ha supuesto la ley que ampara la creación de la comisión, y ha criticado “el silencio que han sufrido las víctimas durante muchos años, pese a que la sociedad lo conocía, lo veía y era consciente de ello”, lo que ha producido “una doble victimización de esas personas, que tienen derecho” al reconocimiento y la reparación.
Desde EH Bildu, Arantxa Izurdiaga compartió que la ley “supone un avance muy importante en materia de reconocimiento para unas víctimas que durante años han sido olvidadas, han sido silenciadas, incluso se ha llegado a negar su existencia”, si bien “es insuficiente”. “Hay que reconocer el paso que hemos dado, pero debemos ser conscientes de que nos queda trabajo por realizar”.
Blanca Regúlez, de Geroa Bai, subrayó que esta es una “buena ley”, si bien “la cuestión pendiente” es la reparación. Tras destacar la “valentía” de las víctimas, también agradeció a la Iglesia que “no solo haya facilitado toda la información que se le ha solicitado, sino que haya dado el paso a participar directamente en la comisión”.
Por parte del PPN, Javer García remarcó “la necesidad de incidir en estas investigaciones”, y añadió que, aunque se traten de casos a nivel personal y no institucional, “siempre es importante” que las instituciones participen en la investigación, “como así está siendo”.
Desde Contigo-Zurekin, Miguel Garrido dijo que “los pasos que se han dado son para estar orgullosos”, y consideró que “sí es absolutamente necesario la politización de este tema”, no como “una instrumentalización partidista”, sino como “un reconocimiento público de una situación que no fueron casos aislados, sino una circunstancia pública mal atendida por las instituciones del momento”.