El abogado Mikel Córdoba, vicepresidente de la comisión que reconoce a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, afirmó ayer en el Parlamento foral que “no hemos apreciado que existan dificultades para el desarrollo del trabajo” y que “la colaboración mantenida con el Arzobispado y con las órdenes ha sido satisfactoria”. “Ha habido una relación que valoramos muy positivamente y que, de hecho, es fundamental”, dijo.
Además, valoró que “en fechas recientes se han incorporado a la comisión las dos personas designadas por la Iglesia (la decana del Colegio de Abogados de Pamplona, Blanca Ramos, y el exdecano Alfredo Irujo)”. “Estamos realmente encantados con su incorporación y creemos que esto va a ayudar de manera muy importante a seguir un camino que hasta la fecha hemos recorrido con la sensación de estabilidad y normalidad”, ha subrayado.
Por su parte, Aldave destacó la importancia de “comprender ese contexto histórico en el que transcurrieron estos hechos”. Los objetivos de la ley foral son el derecho al reconocimiento de las víctimas y el esclarecimiento de los hechos y el contexto en el que sucedieron.
Aldave habló de la necesidad de esta norma para esclarecer y responder a hechos ocurridos sobre todo entre 1940 y 1980, unos hechos a los que la sociedad no pudo dar respuesta en su día. “La alusión de los denunciantes a la hora de hablar de la realidad social de entonces es una constante, un contexto histórico de invisibilidad, vulnerabilidad y desprotección en una época en la que la Iglesia se erigía en autoridad”.