Educar en reanimación para salvar vidas
Cruz Roja y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) buscan concienciar a la toda la ciudadanía sobre la importancia de conocer la Reanimación Cardiopulmonar
Seguir el ritmo de La macarena puede salvar vidas a la hora de realizar una Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Este ha sido solo uno de los consejos que este martes han dado las voluntarias de Cruz Roja y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) para concienciar acerca de la importancia de conocer esta maniobra en la víspera del Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar, que se conmemora este miércoles 16 de octubre.
Colocadas frente a las Consultas Externas de Príncipe de Viana, estas voluntarias han explicado con folletos informativos que la RCP es un “procedimiento de emergencia para salvar vidas” que se utiliza cuando una persona ha dejado de respirar y el corazón ha cesado de latir. Debido a la complejidad de esta situación, han acompañado la información con unos consejos prácticos realizados en muñecos de reanimación, tanto de adulto como de bebé. “Lo que queremos es trasladar a la ciudadanía que tener unos conocimientos básicos de reanimación puede salvar vidas. Nuestras manos pueden salvar vidas”, ha recordado Begoña Ruiz, responsable del SAE en Navarra.
Sin embargo, esta solo ha sido una “semilla” para animar a las personas interesadas a continuar formándose en las técnicas de reanimación. Una iniciativa que también ha servido de recordatorio a los ciudadanos con conocimientos previos para “reciclar” esta formación de manera continua, ha concluido Ruiz.
Por eso, la responsable del SAE ha hecho un llamamiento a todo el conjunto de la ciudadanía a “animarse” a conocer más sobre estas técnicas de reanimación ya que “es algo que sucede muchas veces y llegar a tiempo en estos casos es muy importante”.
En esta línea, Ruiz también ha instado a las administraciones para que este tipo de formación se extienda a los centros educativos, para que niños y adolescentes tengan unos conocimientos básicos, y que así "el ciudadano de a pie lo conozca, no solo el personal sanitario. En esta formación básica te puedes jugar una vida", ha recordado Ruiz.
Cómo actuar ante una parada cardíaca y respiratoria
En el folleto informativo también se ha explicado que la técnica de RCP “combina respiración de boca a boca con compresiones cardíacas: la respiración suministra aire a los pulmones de la persona, mientras que las compresiones procuran restituir la actividad del corazón". Además, incluye una breve guía a seguir ante esta situación de emergencia, a la que Ruiz ha añadido que “siempre hay que llamar al 112 para que puedan venir lo antes posible. Mientras, si tienes conocimiento, vas aplicando la técnica de RCP".
¿Cómo se puede ayudar?
- Asegurar el lugar de los hechos. SAE recomienda eliminar los peligros que amenacen la propia seguridad, la del paciente o la de las personas presentes.
- Comprobar el estado de conciencia de la víctima. Como Ruiz ha remarcado, "no puedes hacer un masaje de reanimación si a esa persona igual solo le ha dado un mareo y no es lo que precisa". Para hacer la comprobación hay que arrodillarse a la altura de los hombros del paciente y sacudírselos con suavidad. Después acercarse a su cara y en voz alta preguntar "¿Se encuentra bien?". Si responde, hay que dejar a la víctima en la posición en la que se la ha encontrado, pasar a realizar una valoración secundaria y poner solución a los problemas que se vayan detectando.
- Si no responde hay que pedir ayuda y colocarla en posición de reanimación: boca arriba con brazos y piernas alineados sobre una superficie rígida, y con el tórax descubierto.
- Abrir la vía aérea realizando la maniobra frente-mentón.
- Comprobar si la persona respira normalmente: ver, oír y sentir durante no más de 10 segundos. Si la víctima respira de manera normal hay que colocarla en posición lateral de seguridad (PLS); llamar al 112 o buscar ayuda; y comprobar periódicamente que sigue respirando.
- Si no respira normalmente, pedir ayuda al 112 e iniciar 30 compresiones torácicas en el centro del pecho.
- Realizar dos insuflaciones. Si el aire no pasa en la primera insuflación nos aseguraremos de que estamos haciendo bien la maniobra frente- mentón.
- Secuencia 30:2, que consiste en realizar 30 compresiones y dos ventilaciones a un ritmo de 100 compresiones por minuto.
- No interrumpir salvo que la víctima inicie respiración espontánea, el socorrista se agote o llegue ayuda especializada.
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