Luis Cortés RíosLufo–es un fotógrafo originario de Lesaka que se afincó en Valencia hace 35 años y que hasta ahora “nunca había visto un espectáculo tan dantesco. Las calles estaban llenas de barro, los coches montados encima de otros y el agua destrozó los edificios. Todo era brutal”, ha descrito.

Aunque hubiera zonas de Valencia que estaban más afectadas que otras, una de las localidades que se llevó la peor parte fue Picanya. “Traté de acceder con la moto para sacar fotos, pero no me dejaron y tuve que ir andando. El agua me llegaba hasta las pantorrilas”, ha contado.

Los coches afectados y las carreteras llenas de barro. Lufo

De esta manera, pudo ver personas que se quedaron enganchadas o enclaustradas en espacios pequeños, gente subida a los árboles e, incluso, una familia que no tienen hogar y que se iban a quedar debajo del puente que, posteriormente, se hundió. “Me decían que no querían irse porque tenían bebés, pero si no llegan a hacerlo, se habrían muerto ahí enterrados”, ha asegurado. En cuanto a los vecinos, “estaban debastados y tristes. No saben qué va a pasar ahora, después de esta desgracia”, ha concluido.