DANA | Los efectos devastadores de las tormentas, otra llamada de atención del cambio climáticoManuel Bruque
No hay duda. Los efectos devastadores de la DANAson una nueva llamada de atención sobre las consecuencias del cambio climático. Nuestro clima está cambiando. El planeta se está calentando a un ritmo sin precedentes y el calentamiento global es un hecho innegable. La frecuencia e intensidad de las lluvias también están cambiando, con precipitaciones torrenciales más frecuentes y asociadas a fenómenos meteorológicos extremos, como las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANA) como la ocurrida en el Levante peninsular.
Relacionadas
Vincular un fenómeno meteorológico como este de forma directa con la crisis climática es delicado, ya que algunos de los efectos más destructivos de un episodio así están relacionados, además de con la intensidad de las precipitaciones, con otros factores, como la orografía, las construcciones cerca de los cauces o los obstáculos que puede encontrar el agua en su recorrido.
Sin embargo, durante los últimos años, las evidencias científicas sobre los efectos más dañinos y devastadores del cambio climático se acumulan en numerosos informes publicados por algunos de los principales organismos internacionales y en las revistas científicas más prestigiosas del mundo, y son en gran parte los que guían las negociaciones que se suceden en las cumbres mundiales sobre el clima o sobre la conservación de la biodiversidad.
La causa de este aumento en la severidad de las DANAs está directamente relacionada con el cambio climático. Y aquí no tenemos dudas porque a medida que aumenta la temperatura del planeta, el aire es capaz de retener mayor vapor de agua lo que hace que las lluvias sean más intensas, asociadas a fenómenos como estos. El resultado son lluvias intensas en cortos periodos, que provocan inundaciones repentinas, daños en infraestructuras y ponen en riesgo tanto a las personas como a los ecosistemas
Más intensos y frecuentes
Pero no es fácil ante un acontecimiento como el que está sacudiendo durante las últimas horas la mitad este peninsular y que ha causado decenas de muertos y dejado un rastro de destrucción, y a falta de procesar toda la información sobre lo ocurrido, establecer una relación directa -un vínculo “causa-efecto” entre el cambio climático y la borrasca que ha provocado este desastre.
La directora del Centro Vasco de Investigación sobre Cambio Climático, María José Sanz, subraya que a nivel global los estudios ya apuntan que los eventos meteorológicos extremos van a ser más frecuentes e intensos, pero precisa que será necesario hacer un análisis de las circunstancias concretas de este evento y conocer si ha habido elementos que han contribuido a una mayor intensidad. “Lo que sabemos nos puede llevar a pensar que sí, que hay un componente de cambio climático”, señala María José Sanz, que alerta que este tipo de fenómenos meteorológicos se ven cada vez con más frecuencia.
La investigadora cree necesario además atender otros elementos, como las actuaciones que se realizan en el territorio o la ocupación de cauces secos, que pueden incrementar la exposición a este tipo de riesgos y multiplicar los daños. “Por la manera de planificar, nos exponemos más de lo que sería recomendable y precavido”, solicita.
OTRAS ZONAS
Andalucía
Málaga, la más afectada. Una persona de 71 años con patologías previas falleció en el hospital a consecuencia “indirecta” de los efectos de las intensas lluvias que la DANA ha dejado en las últimas horas en la provincia de Málaga, además de que otras tres también tuvieron que ser hospitalizadas. El número de rescatados por las inundaciones provocadas por la dana ascienden a un centenar en la provincia de Málaga, principalmente en Álora, Cártama y Alhaurín de la Torre, y las incidencias registradas suman 450 en las últimas 24 horas.
C. La Mancha
Dos fallecidos. Las lluvias torrenciales que azotan Castilla-La Mancha han provocado ya dos muertes, una en Mira (Cuenca) y otra en Letur (Albacete), donde continúa la búsqueda de cinco personas desaparecidas. Hay desplazados alrededor de 300 efectivos de emergencias repartidos entre estas dos localidades, las más afectadas, en ambos casos al desbordarse los ríos que atraviesan sus cascos urbanos.