Las mujeres se encuentran "peor diagnosticadas" que los hombres en 700 patologías
Navarrabiomed recomienda realizar investigaciones sanitarias desglosadas por sexo y género
El sexo y el género influyen en la manera en que las personas enferman, metabolizan fármacos y responden a tratamientos. Sin embargo, el desconocimiento de estas diferencias genera diversidad de desigualdades en el ámbito sanitario que se pueden solventar por medio de una correcta investigación. En concreto, especialistas de Navarrabiomed aseguran que las mujeres son peor diagnosticadas que los hombres en, al menos, 700 patologías. Por esta razón, Navarrabiomed-Fundación Miguel Servet ha organizado esta mañana un teatro-foro de ciencia dirigido a estudiantes de Bachillerato para “poner en valor las brechas de género que existen en la investigación y en la asistencia sanitaria. Ser mujer todavía pesa en estos ámbitos”, ha comentado Patricia Fanlo, consejera de Universidad, Innovación y Transformación Digital de Gobierno de Navarra.
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Javier Gómez-Arrue, director de Navarrabiomed, ha indicado que todos los datos de investigación, seguimiento y evaluación deben “desglosarse por sexo y género para que el resultado de las investigaciones beneficie por igual, tanto a hombres como a mujeres. De esta manera, se podría mejorar la asistencia sanitaria de todas las personas. Hasta ahora, se han escogido grupos de persona homogéneos sin tener en cuenta el impacto de algunas variables. Tomamos decisiones sobre tratamientos sin tener en cuenta que estamos trabajando con un sector de la población muy pequeño”. Sin embargo, el 80% de la investigación de las principales disciplinas de análisis sanitario tiene sesgo de sexo y género y menos del 10% de las publicaciones examinan específicamente el sexo y el género. Por otro lado, se sabe que más de un tercio (37%) de los genes muestran una expresión diferente dependiendo del sexo. Asimismo, múltiples enfermedades tienen una expresión clínica –síntomas y signos– diferente en hombres y mujeres, y no considerarlo produce sesgos de género asistenciales en perjuicio de las mujeres.
En ese sentido, Gómez-Arrue ha incidido en la importancia de que poner el foco en la investigación sanitaria desglosada por sexo y por género, ya que “como científicos, estábamos cometiendo un error. En el laboratorio nos hemos dado cuenta de que los cultivos celulares tienen un sexo. Si el modelo está sesgado desde la base, las conclusiones están todavía más sesgadas. En los ensayos clínicos se había decidido prescindir de las mujeres por una visión patriarcal de la investigación. Y esto es algo que queremos cambiar en el desarrollo de la ciencia”, ha apuntado.
Por su parte, Fanlo ha comentado que “las mujeres nos enfrentamos a más riesgos que los hombres; por ejemplo, en los efectos adversos y en los retrasos de los diagnósticos. A menudo, se nos subestima el dolor y el diagnóstico de enfermedades propias del género femenino, como la endometriosis, la fibromialgia o el lupus eritematoso sistémico. Muchas veces, estas enfermedades se quedan en el olvido y bajo estigmas o tabúes”. Asimismo, también ha mencionado que hay diferencias en cuanto a las manifestaciones de un infarto entre hombres y mujeres. “Muchas veces, cuando las mujeres van a urgencias con un infarto, o se les diagnostica tarde o no se hace nunca, por lo que el fallecimiento en las mujeres es mayor porque muchas de las acciones no se realizan a tiempo”, ha sostenido. Además, las mujeres tienen un 50% más de probabilidad de recibir una prescripción de un psicofármaco. Ante estas realidades, la consejera ha pedido que haya “más estudios inclusivos. Que haya más mujeres científicas y pacientes con las que trabajar”.
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