El presidente de la Sala de lo Contencioso del TSJ de Navarra, candidato al Supremo
Francisco Javier Pueyo Calleja es uno de los 23 aspirantes a siete vacantes en la Sección Tercera del Alto Tribunal
El magistrado Francisco Javier Pueyo Calleja, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) desde noviembre de 2014 y que fue reelegido para el mismo cargo en 2020, se presenta ahora a una de las vacantes en la Sala Tercera del Tribunal Supremo.
Pueyo será entrevistado este martes como aspirante a una de las siete plazas de magistrado/a de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, correspondientes al turno general y generadas por las vacantes dejadas por José Díaz Delgado, Rafael Fernández Valverde, Nicolás Maurandi, Segundo Menéndez, José Antonio Montero, Celsa Pico y César Tolosa. En total hay 23 aspirantes.
Natural de Zaragoza, de 57 años años, Francisco Javier Pueyo está casado y es padre de dos hijas. Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, ingresó en la carrera judicial por oposición en 1996.
Miembro de la carrera judicial desde 1996, su primer destino fue el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Mollet del Vallés (Barcelona). Tras superar las correspondientes pruebas de especialización, fue nombrado magistrado especialista del orden contencioso administrativo en 1999, siendo destinado a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra que ahora preside.
Pueyo Calleja participa regularmente como ponente en actividades formativas, dirigiendo cursos y congresos relacionados con la materia administrativa y especialmente con el Derecho Foral Público de Navarra.
Temas
Más en Sociedad
-
El alcalde que salvó la vida a una vecina sin respirador tras ir llamando puerta a puerta
-
Navarra celebra la 8ª edición del concurso 'Diversidad fuente de riqueza'
-
Igualdad estudia prohibir que los asesinos de violencia vicaria difundan su caso
-
Descubren un nuevo fármaco que podría cambiar el tratamiento del cáncer de páncreas para siempre