Para fabricar el talento es necesario conocer “qué nos mueve en la vida”. El paso del tiempo ha provocado un cambio en los paradigmas sociales, de manera que, lo que antes era prescindible para los adultos, ahora es esencial para los jóvenes. Por esta razón, el siguiente paso debe ser “escucharles para que nos digan cuáles son sus tiempos, sus inquietudes y qué es lo que necesitan para desarrollarse de forma plena”, ha expresado esta mañana Ramón Gonzalo, rector de la UPNA, durante la ponencia Navarra Fábrica de Talento, que se integra dentro de la VIII Edición del Mapa de Talento. Se trata de un encuentro que tiene como objetivo destacar las oportunidades, potenciar el talento en Navarra e intercambiar ideas y experiencias entre profesionales del sector empresarial.
Esta mesa ha contado con la participación de Gil Sevillano, director general de Educación y FP de Gobierno de Navarra; Sergio Pérez, director general de Acción Exterior; Ramón Gonzalo, y estuvo moderada por Roberto Cabezas, Top1 HR Influencers 2024. Todos ellos se mostraron de acuerdo con que esta nueva perspectiva social de los jóvenes resulta, en ocasiones, un tanto difícil para las instituciones porque “a las empresas y a las universidades nos cuesta adaptarnos a qué es lo que quieren los jóvenes porque muchas veces tampoco tienen claro qué es lo que buscan”, ha señalado Gonzalo.
En ese sentido, han apuntado que cada persona necesita sus tiempos. “Recuerdo que los primeros alumnos que tuve le dedicaban mucho tiempo a realizar la tesis doctoral y los de ahora se van al gimnasio, aunque vayamos justos de tiempo. Y todo es porque sus inquietudes son diferentes, y eso está bien”, ha dicho el rector. Por su parte, Sevillano ha puesto el foco en que la clave del éxito laboral tiene que ver con el “ajuste, con la convergencia entre el tejido productivo y la sociedad y la cualificación del alumnado. Las instituciones y los sistemas educativos tenemos el reto de identificar las nuevas necesidades de la juventud para que nuestra oferta les resulte atractiva. O trabajamos de forma potente y coordinada o tendremos mayores dificultades para llevar a los jóvenes al éxito personal y profesional”, ha asegurado. Por su parte, Pérez ha sugerido que “la fidelización no solo se logra a través de salarios competitivos, sino también mediante el reconocimiento de logros, la promoción del crecimiento profesional y la creación de una cultura organizacional inclusiva”.