En el colegio, las fórmulas científicas tenían nombres masculinos. Se enseñaba a Sócrates o a Descartes, pero nadie hablaba acerca de la importancia que tuvo Hipatia de Alejandría en los campos de las Matemáticas o la Astronomía. Ni tampoco de Ada Byron, a pesar de que se le considera la primera programadora de ordenadores, debido a su trabajo acerca del uso de la máquina analítica. De Marie Curie se conoce algo, pero no que para ganar, de forma merecida, el premio Nobel de Física en 1903 tuvo que compartirlo con su marido y con Henri Becquerel. Por esta razón, la Universidad Pública de Navarra, en colaboración con el Gobierno de Navarra y ADItech, ha celebrado esta mañana el Día Internacional de la Mujer y la Niña y la Ciencia por medio de dos exposiciones; la primera, en la que se muestran las ilustraciones realizadas a las catorce científicas de la Comunidad Foral que son líderes y referentes en sus respectivas áreas de conocimiento —esta idea se originó en 2022, cuando ADItech se percató de la falta de nombres femeninos en el mundo de la ciencia y la tecnología y durante una temporada se colocaron estas imágenes en las marquesinas de las villavesas con el objetivo de darles visibilidad—, y la segunda, en la que se hace un repaso por las distintas figuras femeninas que marcaron la historia de la ciencia. "Esta falta de modelos supone un freno para que las niñas decidan tomar un camino hacia las carreras STEM. Y nosotros queríamos luchar contra eso y destruir ese techo de cristal. Porque una sociedad solo puede progresar si tiene un desarrollo propio de la ciencia y de la tecnología y si en ese proceso colaboramos todos y todas", ha indicado Diego Garrido, director general de ADItech.
Los estereotipos de género en las carreras de ciencias persisten en la actualidad. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que forman que rompen estas barreras y persiguen su vocación STEM. De hecho, tal y como ha asegurado el consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Luis García, Navarra alcanzó en 2023 el récord histórico de investigadoras, con un total de 1452 mujeres dedicadas a las distintas disciplinas científicas –un 30% más que en los últimos años– y “ahora mismo el 42% de los investigadores en la Comunidad Foral son mujeres, por encima de la media estatal”. En lo que respecta a las vocaciones STEM, en 2024, 2.248 alumnas estaban matriculadas en estos grados, que supone un 47% más que en 2015. “No se puede negar la presencia de una brecha de género y, por eso, debemos seguir trabajando. Las niñas deben saber que otras mujeres han cambiado la historia y el rumbo del mundo con su talento y esfuerzo”, ha señalado. Con el objetivo de romper las barreras de género, esos "techos de cristal", el Gobierno de Navarra va a destinar más de 300.000 euros para impulsar las vocaciones STEM a través de convocatorias como el programa Cosmos o la Cátedra de la UPNA, Mujer, Ciencia y Tecnología, entre otros.
De igual manera, Begoña Pérez, vicerrectora de Proyección Universitaria, Cultura y Divulgación Pérez de la UPNA, ha mencionado la mujer está cada vez más presente en el mundo universitario. De hecho, la mitad de estudiantes de esta institución son mujeres y, poco a poco, se están rompiendo las brechas de género. Todavía hay carreras muy masculinizadas, como las ingenierías, que cuentan con el 85% de estudiantes varones, pero las cifras varían con los años. Por ejemplo, la presencia femenina en Ingeniería Agrónoma y de Telecomunicaciones es del 32% y, en el caso de Ingeniería Biomédica, el porcentaje asciende hasta el 60%. “Se están cambiando las vocaciones de algunas mujeres que antes no contemplaban estos estudios como una salida viable para ellas. Hay estudios que dicen que las niñas no se sienten capaces de estudiar estas disciplinas, pero estos programas tratan de romper estos estereotipos y creencias limitantes”, ha sostenido Pérez.
Una mujer sin rostro rodeada de plantas
Idoia Ariz era una niña curiosa que procuraba encontrar respuesta a todas y cada una de las preguntas que se hacía, a todos esos porqués que nacen en la infancia y la juventud. Con el tiempo, descubrió que las certezas escasean y que el mundo está constituido por múltiples hipótesis que hay que volver a testar de forma periódica. Ella nació con una vocación científica que le guió hasta el grado de Ingeniería Agrónoma y que, actualmente, le permite ser investigadora Ramón y Cajal en el grupo de Fisiología Vegetal y Agrobiología de la UPNA, y una de las catorce científicas a las que se ha homenajeadoa durante la exposición a través de un dibujo realizado por la ilustradora Coco Dávez.
En él, se ve una figura femenina sin rostro rodeada de plantas, un retrato muy preciso de lo que es Idoia: una mujer vergonzosa que ama su trabajo. “La autora suele representar a personas célebres sin rostro y, cuando lo vi, me sentí completamente halagada. Y me sorprendió encontrarme en el centro de la obra porque no soy dada al protagonismo”, ha confesado. Sin embargo, en ese retrato encontró también algo simbólico: una representación de todas las posibles mujeres que quieran dedicarse al estudio de vegetales –hortalizas de hoja–; en concreto, desde cómo se alimentan hasta la manera en que esa nutrición puede afectar a la dieta del ser humano.
Para ella, este reconocimiento en la exposición es muy “gratificante”, debido a que “la carrera investigadora es muy dura y está llena de altibajos. Y esto es un momento en el que, por fin, me doy cuenta de que todo por lo que he luchado tiene una visibilidad y una recompensa social”, ha reconocido. Idoia es una de las pocas mujeres de su promoción que se ha dedicado a la investigación científica, aunque tampoco eran muchas en el grado. Ante esta situación, animó a las todas las niñas que quieran seguir su vocación STEM a que sean “constantes, tenaces y persistentes. Que no se rindan por nada del mundo”, ha concluido. Quizá algún día esas jóvenes puedan seguir la labor de Idoia, o puede que ella se convierta en un referente para ellas. Porque la ciencia también tiene nombre de mujer.