Francisco Roselló, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, afirmó esta mañana en la presentación de la campaña Xtantos, con la que se anima a marcar la x a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta, que la Iglesia devolverá “gustosamente” los bienes e inmuebles inmatriculados si la Justicia determina que no les pertenecede. Y, de hecho, añadió que “pediría perdón si algo no se hizo bien”.
En el año 1946 se produjo una reforma en el artículo 206 por el que la Iglesia tenía libertad para inmatricular bienes inmuebles no inscritos mediante el libramiento de una certificación sin necesidad de aportar otros medios de prueba, accediendo de esta manera a la condición de titular registral. Posteriormente, en 1998, durante el gobierno de Aznar, un Real Decreto modificó la Ley Hipotecaria y amplió el privilegio de los obispos, permitiéndoles inmatricular también a su nombre lugares de culto. Ante esta circunstancia histórica, el arzobispo mencionó que “lo hicimos conforme a la ley. Si un juez nos dice que no nos pertenece, lo devolvería porque no quiero nada que no sea nuestro”.
En el año 2022, el Gobierno de Navarra elaboró un listado de 2.952 bienes inmatriculados por la Iglesia y en 2024 expresó su intención de investigar el origen de estos bienes con el objetivo de esclarecer la titularidad y, en su caso, proceder a su recuperación. Por esta razón, el arzobispo comentó que, cuando llegó a la Comunidad Foral, se encontró con el asunto de las inmatriculaciones, “una realidad cerrada en parte, pero no en cuanto a la voluntad del Arzobispado”.
“Es como decir aire”
Ante esta situación, Cristina Contreras, presidenta de la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro, recordó que el Tribunal Europeo condenó al Estado español por permitir que la Iglesia católica se apropiara de varios terrenos en Huesca, algo que “ya había hecho con multitud de terrenos y edificios por todo el país mientras estaban amparados por el método legal de las inmatriculaciones. No defendían el patrimonio que estaba quedándose una propiedad privada que se dedicaba a vender esos terrenos e inmuebles. Y hemos perdido mucho patrimonio por esto, porque, por ejemplo, hay muchas ermitas en Navarra que están derruidas o desvalijadas. Y la Iglesia no ha hecho nada por salvarlas”.
En ese sentido, Contreras también denunció las declaraciones emitidas por el arzobispo, señalando que lo dijo desde una situación muy cómoda puesto que “sabe que ni los ayuntamientos ni los concejos cuentan con el dinero suficiente para pelear contra ellos en los tribunales. De hecho, sabe que no es posible porque están amparados –que, por cierto, se emitió durante el franquismo–. Y no podemos hacer nada porque es imposible ir contra lo que dictamina una ley. Así que decir si la justicia lo determina es como decir aire. Es lo mismo que no decir nada”, apuntó.
En lo que respecta a una posible toma de contacto –una conversación entre el Arzobispado y la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro en vistas de llegar a un potencial acuerdo–, Contreras señaló que no se había producido ningún tipo de acercamiento por ninguna de las partes, pero aseguró que lo evaluarían en la próxima junta. Con todo, ya estimó que no se iría a producir ningún tipo de comunicación: “¿Qué les vamos a proponer si la única vía de comunicación que nos ofrecen es a través de los tribunales? Ahí saben que tienen las de ganar. Así que solo nos queda hacer ruido y dar a conocer esta injusticia”, concluyó.