La ocupación vacacional durante la Semana Santa crece respecto al año pasado y se sitúa por encima del 80% en los principales hoteles de Pamplona. El turismo gastronómico, natural y de relax, son los responsables de atraer a un perfil, sobre todo, nacional y francés, que viene, de media, dos o tres días a disfrutar de la capital y alrededores.
El sabor de sus productos (espárragos frescos, alcachofas, cordero al chilindrón, pimientos rellenos o sus irresistibles pintxos), el verde de su naturaleza y sus rutas, la historia de su Casco Viejo, la tranquilidad de sus calles y, por supuesto, la curiosidad por la ciudad del blanco y rojo, han convertido a Pamplona en un imán para los amantes del turismo. Si la afluencia hotelera es positiva durante el año, en Semana Santa, “a pesar de que no es Andalucía”, tiene una gran acogida. La ocupación de los hoteles de este reportaje lo corroboran.
Parejas jóvenes
El Hotel Alda Pamplona ha alcanzado –de momento– una ocupación entorno al 82% –un 12% más respecto a 2024– durante el Jueves, Viernes y Sábado Santo, los días estrella de las vacaciones. Aunque, según asegura Tito López, trabajador desde 2011 en el Alda, “acabaremos por encima”. “No me extrañaría tenerlo lleno, si no todos los días, casi todos porque todavía queda margen y siempre hay reservas de última hora”, añade el empleado. No obstante, las reservas anticipadas continúan siendo las más usuales para quienes planifican su escapada de Semana Santa. El perfil de quienes escogen esta “muy buena opción, céntrica y relativamente económica” suele ser, sobre todo, el de parejas de españoles jóvenes y de franceses. Aunque los extranjeros –mayormente los del Norte de Europa–, clientes de empresas y peregrinos a Santiago tampoco se resisten a este alejamiento durante estos días. Para sus clientes, según relata Tito, dos o tres días –con mucha mayor afluencia el fin de semana– suelen ser suficientes para alojarse en Pamplona. “Es raro tener un mismo cliente más de una semana”, confiesa. La mayoría buscan unos días de relax y de bienestar. “Pamplona es un destino muy deseado, es muy pequeña y puedes verla caminando. Es bonita, limpia y relativamente segura”, expresa.
Familias
Para el Hotel Pompaelo Urban Spa esta Semana Santa también ha sido muy positiva. Desde el lunes hasta el domingo su ocupación alcanza el 90% (aunque prevén llenarlo con reservas de última hora). Una cifra similar a la del año anterior, aunque algo mejor. “Cuando coincide en abril va bastante bien, mejor que en marzo”, declara el empleado del alojamiento. La mayoría de reservas son de tres o cuatro días, “muchas de fin de semana”, corrobora. El turismo local y nacional también reina en el hotel de cuatro estrellas de la Plaza Consistorial. Sobre todo, familias. Sin embargo, también están acudiendo muchos franceses, peregrinos y algún americano. “Vienen a ver el Casco Viejo, las zonas de Navarra y las ciudades cercanas como San Sebastián”, explica.
El Hotel Maisonnave tocará la cumbre ocupacional este viernes y sábado con un 85%. El Jueves Santo desciende al 62% y a partir del domingo se mantiene en torno al 50%. “Números muy similares a los del año pasado”, asegura Leire Alemán, directora del hotel. Las reservas comenzaron a llegar “hace varios meses”, pero desde el Maisonnave apuntan que llegarán todavía algunas de última hora. Con una estancia de uno o dos días, sus turistas –familias y grupos de amigos nacionales o franceses, sobre todo– desean conocer, entre otros planes, las montañas, sendas y paseos que alberga Navarra.
El tiempo, "esencial"
El alojamiento de la calle Dos de Mayo, el Pamplona Catedral, ha ocupado el 84% aunque pronostica que alcanzará el 90%. De entre todos sus usuarios, “el 85% son españoles, a pesar de que hay algún residual europeo, que se quedan dos o tres días”, afianza su director Iñigo Ojinaga, que confía en que el tiempo acompañe estas vacaciones, ya que es “esencial” en Semana Santa. “Si hace buen tiempo los clientes alargan uno o dos días sus estancia para conocer Navarra o ir a la procesión, por ejemplo”. Sus clientes también podrán disfrutar de la pisicina del hotel, el único del Casco Viejo que goza de este servicio.
El Hotel Ciudadela Pamplona se mantiene en la línea de los alojamientos anteriores y alcanza el 89% este fin de semana. Y, de nuevo, al igual que los otros tres, “esperamos llenarlo”, afirma el director Eduardo Salvador. Si bien los españoles continúan siendo los protagonistas, en especial, madrileños y canarios. Este alojamiento destaca por su bajada mínima –pero agradecida– de los precios, que oscilan entorno a los 150 euros el fin de semana. El domingo, más de la mitad de las habitaciones se quedarán libres y la ocupación en la semana de Pascua bajará al 60%.
El Gran Hotel La Perla también ha logrado un gran porcentaje de ocupación, aunque sus números no siempre lo representen. “Nuestro caso es un poco especial. Es el único hotel cinco estrellas de la cuidad, los precios están muy por encima y el público que viene no tiene mucha afluencia. Para nosotros un 45% puede ser muy buena mesa, pero si lo comparo con el resto que está al 90%, las ocupaciones representativas no son reales”, aclara el director Gonzalo Moreno. Pero, esta vez, la recepción ha sido gloriosa y se ha asemejado a la del resto de los alojamientos, en torno al 80%. Un porcentaje muy alejado del de 2024. “El año pasado se nos cayó todo por las lluvias. Esta vez va a ser mucho mejor”, corrobora. Además la dirección confía en que aún tendrán reservas de último momento, “cada vez más frecuentes desde la pandemia”. Manteniendo el cliente español, “el perfil de Semana Santa es el de esas escapada de dos o tres días en una época en la que el clima no es muy bueno para la playa y aprovechas para ver ciudades de este tipo”, concluye.