Síguenos en redes sociales:

Bañarse en embalses: qué riesgos existen y cómo prevenirlos

Conocer las orillas, no subestimar las distancias en las presas o llevar chaleco son algunas de las medidas más importantes a tener en cuenta

Bañarse en embalses: qué riesgos existen y cómo prevenirlosJavier Bergasa

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, los embalses de Navarra se convierten en un punto de atracción para el baño y la práctica de deportes acuáticos. Sin embargo, estas actividades requieren precauciones específicas, sobre todo en un año en el que el nivel del agua ha subido de forma considerable. Susana González Díez, directora de la Escuela Navarra de Vela, explica una serie de aspectos a tener en cuenta a la hora de bañarse o realizar deportes acuáticos en embalses.

En primer lugar, la directora explica que es necesario reconocer las orillas de la zona de baño elegida. “Hay que bañarse en sitios donde la orilla te resulte conocida. Es decir, que el nivel del agua vaya aumentando de manera progresiva, sin escalones, sin suelos de fango resbaladizos y con una pendiente no muy pronunciada”. En estos momentos, el nivel de los embalses navarros ha subido de manera considerable, por lo que “las orillas han cambiado y es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de bañarse”.

Por otro lado, recomienda que cuando se realicen deportes acuáticos como windsurf o paddle surf se sigan todas las medidas de seguridad. “Llevar el chaleco salvavidas o dejarse atado el invento —el cordel que une el tobillo del deportista a la tabla— puede ser decisivo si ocurre un percance”, advierte.

También recuerda que las comidas copiosas o las bebidas alcohólicas pueden comprometer la rapidez de la respuesta del nadador ante un imprevisto en el agua. La directora de la Escuela Navarra de Vela desmiente además que las corrientes de los embalses sean tan peligrosas como se cree: “Es cierto que hay permutaciones entre el agua caliente de la superficie y la fría de más abajo, pero esas fuertes corrientes que podrían arrastrar a los bañistas se dan en las profundidades o en zonas del embalse muy próximas al río”.

Por último, Susana concluye que lo más importante es “que cada uno sea consciente de sus capacidades”. En ocasiones, explica, hay personas que pretenden cruzar hasta el otro lado del embalse —ya sea nadando o practicando algún deporte— porque ven la orilla a una distancia asequible. “En realidad, los espacios a veces se distorsionan, y lo que parecían unos escasos metros pueden convertirse en incluso kilómetros que no cualquier persona está preparada para atravesar”.