Resulta inevitable notar cómo cada vez más jóvenes de la Generación Z navarra miran hacia horizontes lejanos tras acabar sus estudios, motivados tanto por el deseo de evolucionar personalmente como por la necesidad de enfrentarse con un mercado laboral que a veces parece un laberinto sin salida. Países que antes podían sonar tan remotos como Australia se están volviendo opciones muy concretas, casi como un imán para quienes sueñan con progresar y, de paso, dominar el inglés.

La expectativa de financiar parte de esta aventura trabajando allí no solo es tentadora, es una realidad cada vez más palpable. Al fin y al cabo, embarcarse en esta experiencia supone abrir un abanico de posibilidades inmenso, tanto en lo profesional como en lo humano.

En las conversaciones de cafetería o, por qué no, en los grupos de WhatsApp, sale a relucir a menudo el tema de cómo estudiar y trabajar en Australia se ha convertido en una auténtica vía de escape, y hasta en una apuesta segura para quienes quieren avanzar más rápido en su camino personal y laboral. Las oportunidades parecen multiplicarse lejos de casa y, aunque muchos lo ven como un paso arriesgado, otros sostienen que es bastante menos incierto que quedarse anclado en el mismo lugar esperando cambios que nunca llegan.

Whitehaven Beach está en la isla de Whitsunday, Queensland, Australia. Freepik

¿Por qué los jóvenes de Navarra buscan oportunidades en el extranjero?

No es ninguna sorpresa que muchas de las causas que llevan a los jóvenes navarros a hacer las maletas están ligadas, sobre todo, a los altibajos de la economía local y a la rigidez de algunas oportunidades sociales. Y aunque hay quienes dicen que la decisión de migrar viene de factores globales, lo cierto es que en Navarra el panorama es demasiado concreto: cuesta encontrar un trabajo digno al terminar los estudios, y la precariedad asoma la cabeza como un viejo conocido, empujando a los jóvenes a replantearse todo.

Entre las razones que más pesan en el ánimo de esta generación para probar suerte afuera, destacan:

  • Intentar conseguir una inserción laboral más rápida o con condiciones menos asfixiantes.
  • Buscar esa experiencia profesional especial que solo se da al trabajar en contextos internacionales.
  • Mejorar el nivel de inglés, que hoy en día resulta casi imprescindible.
  • Romper con las barreras para emanciparse, ya que la tasa de emancipación apenas supera el 20%, ¡una cifra francamente baja!

¿Cuál es la tasa de paro juvenil en Navarra?

Navarra parece jugar a la ruleta rusa con sus jóvenes: el 19,69% de paro entre los menores de 25 años en el segundo trimestre de 2025 implica que cerca de 4.900 jóvenes están buscando (en vano) su oportunidad. Comparado con el desempleo general del 7,88%, el desajuste es evidente. Y, como si fuera poco, la situación golpea mucho más a los hombres, que representan el 63,2% de los desempleados de esta franja de edad.

¿Qué hace de Australia un destino tan atractivo?

Viendo lo anterior, no sorprende que, cuando se trata de elegir destino, Australia suene a tierra prometida. Mientras otros destinos clásicos como Reino Unido o Irlanda empiezan a saturarse, la isla continente se muestra accesible y adaptable, ideal para quienes buscan mezclar estudio, trabajo y una vida sana. El gobierno australiano, casi como un buen anfitrión, pone facilidades para entrar, aprender y ganarse unos dólares, lo que cambia por completo la ecuación a favor de los valientes que deciden cruzar medio mundo.

Ventajas clave de Australia para estudiar y trabajar

  • Compatibilidad de estudios y trabajo: Gracias a un visado bastante flexible, estudiar inglés o una formación técnica y trabajar al mismo tiempo es totalmente posible.
  • Salarios competitivos: Sectores como la hostelería o el turismo, por ejemplo, pueden llegar a sorprender muy positivamente en comparación con los sueldos españoles.
  • Calidad de la educación: Las escuelas y centros formativos australianos, en su mayoría, gozan de cierta reputación internacional.
  • Entorno seguro y multicultural: Para quienes valoran la tranquilidad y conocer gente de todo el mundo, Australia se convierte en un pequeño universo de convivencia.

¿Cuál es el impacto de esta tendencia migratoria?

Ahora bien, este éxodo joven transforma a Navarra por dentro y por fuera. Y hablando claro: si bien supone una pérdida estupenda para la economía y población local, permite a cada persona que se anima dar un salto vital del que difícilmente se arrepentirá.

Para la Comunidad Foral de Navarra

Al poner la lupa en las cifras, Navarra no puede ignorar las consecuencias: más de 3.300 jóvenes se marcharon entre 2009 y 2013 y, de seguir así, se espera que el número supere los 6.000 en la próxima década. Esa constante sangría termina dejando huella: menos talento, menos ingresos fiscales y una población activa que se resiente.

Impacto de la emigración juvenil en Navarra

  • Jóvenes emigrados (2009-2013) ->3.300
  • Proyección de emigración (próxima década) -> Más de 6.000
  • Pérdida económica potencial -> 1.756 millones de euros
  • Navarros residentes en el extranjero-> ~31.000 (casi el doble desde 2009)


Aunque resulte difícil de calcular, la fuga de cerebros implica también desperdiciar buena parte de la inversión pública y privada en formación.

Para los jóvenes que emigran

Quienes se atreven a lanzarse y empezar desde cero en otro país suelen volver transformados: hablan inglés con soltura, se adaptan más rápido y tienden a mirar el mundo con una curiosidad y madurez renovadas. Desarrollan relaciones y habilidades por las que muchos pagarían lo que fuera, y aportan a su regreso un valor profesional y personal que revitaliza cualquier entorno. La pregunta clave es si Navarra sabrá aprovechar este retorno o dejará que ese capital humano se pierda entre papeles y burocracias.

Mirar a Australia se ha vuelto síntoma de un mundo hiperconectado pero también una manera de apostar por un futuro propio, alejado de los viejos esquemas. Por muy desafiante que parezca para Navarra, tener una generación más hábil, políglota y abierta puede convertirse en el motor de la región en tiempos venideros, aunque el desafío de retener su talento esté aún por resolverse.