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El estadounidense fusilado en el Fuerte de San Cristóbal: Ya estás en casa, 'Franck'

Este jueves el Gobierno de Navarra ha entregado los restos de Ignacio Francisco Caneda Deza a su familia, anarquista fusilado en el Fuerte San Cristobal en 1936

Ana Ollo entrega los restos del joven estadounidense fusilado a su familia en BerriozarIñaki Porto

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A terra gallega ten un novo fillo na casa.Ignacio Francisco Caneda Deza fue fusilado en el Fuerte San Cristóbal y enterrado en Berriozar, sin que la familia supiera de su paradero. Este jueves, el anarquista se reencontró con su familia en un acto lleno de emoción, dolor y felicidad. 

Conocido cariñosamente como Franck por su familia, nació en Bridgeport (EEUU) meses después de la partida desde España del barco Alfonso XII en 1917 en el que su familia, dejando atrás a su familia y a su querida Galicia, emprendiera nuevos rumbos hacia el continente americano en busca de nuevos horizontes. 

La muerte inesperada de su madre truncó su sueño americano y se vio obligado a regresar a Pontevedra para trabajar, a mediados de los años 20. En el año 34 se acercó al anarquismo, ansiando quizás un mundo diferente donde ser feliz y libre. Ese mismo año fue detenido en una manifestación, y fue condenado el 11 de julio de 1934 en la audiencia de Pontevedra a 4 años, 7 meses y un día de prisión menor. Ingresó en el Fuerte de San Cristóbal el 28 de junio de 1936. 

La embajada americana intervino en el caso, y con la documentación oficial en mano, el padre de Ignacio Francisco se dirigió a Pontevedra para conseguir la liberación de su hijo, argumentando que un ciudadano americano no podía ser detenido como prisionero político español. La última información que la familia logró obtener situaba a Ignacio Francisco en la prisión de San Simón (Pontevedra), pero cuando llegó a Pontevedra con la esperanza en el alma, su hijo ya no se encontraba allí. En aquel momento ninguna información adicional existía para orientar a la familia sobre dónde dirigir sus búsquedas. Sólo supo que había muerto.

El 1 de noviembre de 1936, con tan solo 18 años, fue fusilado por el régimen junto a otros 24 compañeros anarquistas que habían tratado de fugarse del fuerte. Desde entonces, su memoria fue silenciada. Su padre revolvió tierra y mar para encontrarle, pero sus intentos no fructificaron y murió con la agonía de no saber donde estaba enterrado su hijo.

Luz al final del túnel

En el año 2022, en el cementerio municipal de Berriozar, encontraron los restos de 21 de aquellos anarquistas fusilados, entre ellos, el de Franck. Su familia no conoció su paradero hasta que, el año pasado, se publicó en la prensa gallega la noticia de la identificación de otro compañero preso exhumado en Berriozar, Tomás Mardones, y el listado del resto de presos de esa fosa de los que no había contacto con sus familias. 

Este jueves el Gobierno de Navarra hizo entrega de los restos del anarquista fusilado a su familia de O Grove (Galicia). Las sobrinas y sobrinas nietas del asesinado participaron en el acto, una de ellas llegada desde Nueva York, asistieron entre lágrimas a un día histórico para la familia. 

Mauricio Caneda, sobrina de Franck, y su sobrina nieta Rosa González Caneda, por fin tuvieron en sus manos los restos de su familiar, después de años de búsqueda, dando alivio a un dolor impregnado en la familia desde el llanto de su bisabuelo. “Estamos muy agradecidas por el trabajo que han hecho muchas personas que están aquí para que Franck esté de nuevo con nosotros. Para la familia es un sueño, una manera de cerrar un círculo”, señaló Mauricio, hija de un hermano del asesinado. 

Para nosotras, esto trasciende el acto de brindarle la dignidad de un entierro apropiado; representa la reunión espiritual de aquel padre que murió sin saber donde yacía su hijo, el reencuentro en la vida eterna que tanto anheló”, exclamó Rosa. “Desde lo más profundo de nuestros corazones, queremos expresar nuestro agradecimiento eterno a todos y cada uno de quienes han hecho posible este momento de justicia, dignidad y reencuentro familiar. Ojalá que nuestra experiencia sirva para darles esperanza a las otras familias quienes siguen con la incertidumbre de no saber dónde están sus seres queridos”, añadió la sobrina nieta.

Además de los familiares de la víctima, participaron la vicepresidenta y consejera de Memoria y Convivencia, Ana Ollo, Iker Mariezkurrena, alcalde de Berriozar, asociaciones memorialistas como Affna-36 y Txinparta, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, miembros de Nasertic, y otras autoridades. 

La consejera, durante su intervención, aseguró que “seguimos y seguiremos buscando, investigando, prospectando, identificando mientras queden posibilidades, por remotas que sean. Podéis estar seguros y seguras”. Asimismo, el alcalde Iker Mariezkurrena, afirmó que “además de ser un acto que cierra un círculo de mucho dolor, es un día para la justicia y la reparación. Estos conceptos son pilares esenciales en Berriozar, que tenemos muy presentes y que trabajamos día a día para recordar las atrocidades del terror franquista y para que nada de aquello se vuelva a repetir”.

Antes de terminar el acto, que se celebró bajo una lluvia intensa, salió el sol. Mauricio aprovechó el momento y manifestó: “El sol ha salido al recuperar a Francisco. Vuelve la paz y la felicidad a la familia”.

Ignacio Francisco Caneda Deza será enterrado el sábado junto a su padre y sus dos hermanos en O Grove. Ya estas en casa, Franck.