La aclamada actriz alemana Diane Kruger, premio Cannes a la Mejor Actriz en la entrega de 2017, se sinceró acerca de su experiencia interpretando a Gertrud en una rueda de prensa que ha tenido lugar esta mañana en el recinto Refena, situado en Berriozar. Durante el acto, ha destacado lo difícil que resulta prepararse un personaje así ya que “es casi imposible si quiera imaginar cómo debió ser lo que sufrieron aquellas mujeres”. Para acercarse a esas historias, Kruger visitó Ravensbrück con el fin de conocer las vejaciones allí vividas, aunque ha admitido que “en comparación con lo que fue, ahora parece un lugar idílico, con un gran lago y todo muy cambiado”.
Para ella, el incentivo principal para lanzarse a interpretar a Gertrud fue la posibilidad de visibilizar la memoria de las mujeres que representa ‘Each of Us’. “Hemos visto mil películas sobre campos de concentración, pero esta es diferente. Mi personaje es una mujer, con lo que eso ya supone, que, además, era madre soltera, lo que en la época era casi como ser prostituta”, ha compartido.
Asimismo, la actriz, conocida por su destacado papel en producciones como ‘Troya’ o ‘Malditos Bastardos’, ha apuntado que siente cierta conexión hacia la mujer que interpreta ya que ambas son madres. Por este motivo, la lucha, resistencia y esperanza de su personaje por encontrar a su hijo –factores clave para su supervivencia y que condicionaron su estancia en Ravensbrück– emocionan y trastocan a Kruger de manera especial. “Es un sentimiento único como mujer y madre participar en una historia así”, ha transmitido.
En lo que se refiere a la característica dirección del filme, la actriz ha reconocido que, aunque supone un reto coordinarse en cuatro idiomas, “remarca el hecho de que estas personas están unidas y viven historias compartidas por el hecho de ser mujeres, aunque haya otros factores que las alejen”.
Debido a que es su segundo rodaje en Navarra en poco tiempo, la artista consagrada ha bromeado que ya ha probado “la mayoría de los restaurantes de la zona”. Sin embargo, Navarra todavía sigue sorprendiéndola. Al estar hospedada en un hotel del Casco Viejo, Diane ha salido a pasear por el lugar junto a su hijo. “Nos encontramos con un centenar de jóvenes que estaban sentados en el suelo tomando algo en una plaza. Mi hijo quedó fascinado con esa escena. Quería sentarse con ellos”, ha relatado.
Asimismo, Kruger ha agradecido la cercanía de los navarros, que le están haciendo sentir parte de la comunidad. “Madrid y Barcelona son muy grandes, pero aquí bajo a la lavandería o a la panadería y hablo con los dependientes... Me siento muy bien acogida”, ha mostrado emocionada