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Rozalejo será un centro de memoria y convivencia con proyección internacional

La apertura está prevista para el primer semestre de 2026 La vicepresidenta Ana Ollo insiste en la necesidad de tejer redes con espacios de otros países para hacer frente a una “ola reaccionaria global”

Rozalejo será un centro de memoria y convivencia con proyección internacionalIban Aguinaga

La apertura del nuevo Centro de la Memoria de Navarra está cada vez más cerca. La Vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera Ana Ollo prevé que Rozalejo se convierta a lo largo del próximo año en el “centro emblemático de la Memoria y Convivencia en Navarra” y destacó la intención de que sea un centro con una clara proyección internacional. El edificio, cuya puesta en marcha está prevista a lo largo del primer semestre de 2026, se enmarca también en la necesidad de “tejer redes con espacios de otros países para hacer frente a una “ola reaccionaria global”, según explicó recientemente en una respuesta parlamentaria.

Abierto a la ciudadanía

 La consejera Ana Ollo detalló que más allá de que será la sede administrativa de la dirección general de Memoria y Convivencia y del Instituto Navarro de Memoria, el objetivo es dotarlo de un contenido de actividades abiertas a la ciudadanía. Igualmente se refirió a la intención de conectarlo con otros centros de referencia de distintos lugares en un trabajo en red que el departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera ya está impulsando, especialmente en el ámbito de Latinoamérica, pero también con el otras autonomías, el Estado e instituciones europeas para las que Navarra es un referente. 

La consejera resaltó el valor simbólico de este edificio del Casco Antiguo de Pamplona, cuyas obras entran en su fase final, por el hecho de “situar las políticas públicas de memoria en el centro de la ciudad, como un espacio físico y un compromiso inequívoco del Gobierno y de la propia ciudadanía navarra. Pero Ana Ollo fue más allá al anunciar la vocación de que Rozalejo trascienda los propios límites del territorio foral en todas las acciones que tenga que ver con la Memoria. Por ello señaló que “estamos empezando a tejer una red internacional de agentes que trabajan por la Memoria, los derechos humanos y la libertad para responder de manera global a la actual ola reaccionaria, involucionista y negacionista que también tiene un carácter mundial, aunque con distintas repercusiones locales”, aseguró.

Políticas públicas

En este sentido, Navarra puede aportar “su experiencia de diez años de políticas públicas de memoria” y Rozalejo como centro emblemático de Memoria y Convivencia. “Si estamos ante una amenaza mundial, como estamos viendo con diferentes expresiones y fórmulas que se exportan de un país a otro en pleno auge de la ultraderecha, parece lógico que planteemos una respuesta también global basada en colaboraciones entre diferentes actores locales que atesoran, además, una larga experiencia en políticas públicas de Memoria y Convivencia” antes de citar el premio que el Consejo de Europa otorgo al programa Escuelas con Memoria, los convenios con autonomías como Catalunya y Euskadi, así como con el Estado o con el departamento de Pirineos Atlánticos y la Eurorregion; las relaciones intensas con asociaciones memorialistas, etc.

Así, la puesta en marcha del remozado y reestructurado edificio de Rozalejo, viene a la par que “la búsqueda de fórmulas de colaboración con el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos de Chile y con el Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de Argentina (antigua ESMA de Buenos Aires) en el marco de un viaje institucional de este departamento a ambos países en noviembre, añadió.” 

A esto hay que sumar, en este campo, la celebración -también en noviembre y en este caso en Pamplona- de unas jornadas sobre Comisiones de la Verdad, coorganizadas con la AECID y con la participación de representantes de entidades y personas de estos dos países además de Colombia, México o Guatemala, país en el que recientemente también han estado responsables de la Dirección General de Memoria y Convivencia. “Esa cooperación con otros centros de referencia en el mundo supondrá un punto de inflexión en este impulso a unas políticas públicas de memoria y convivencia abiertas a la sociedad y al exterior”, ha concluido.