El movimiento veggie pierde fuerza en el Estado español, dejando atrás el impulso que alcanzó tras la pandemia. Según la V edición del informe The Green Revolution, elaborado por la consultora Lantern, solo 820.000 personas —el 2% de la población adulta— se declaran vegetarianas o veganas. De ellas, 620.000 son vegetarianas (1,5%) y únicamente 200.000 son veganas (0,5%), una cifra que confirma el retroceso del veganismo respecto a 2023, cuando se contabilizaban 276.000 seguidores de esta opción alimentaria.

El informe señala que 4,6 millones de españoles —el 11,1% de la población— siguen algún tipo de dieta vegetal, lo que incluye a los llamados flexitarianos, personas que reducen su consumo de carne y pescado sin eliminarlo por completo. El porcentaje apenas varía respecto al estudio anterior (11,4%) y queda por debajo del pico alcanzado en 2021 (13%).

En Euskal Herria, seis de cada cien jóvenes de entre 15 y 29 años se definen como vegetarianos o veganos, y más de una cuarta parte de las personas veganas vive en entornos rurales. Las mujeres y los jóvenes lideran un cambio que ya no responde solo a la estética o la dieta, sino a la coherencia entre lo que se piensa, se siente y se consume.

La razón más poderosa para adoptar una alimentación vegana es la defensa de los animales, según el 67% de la población. También ganan peso otros factores, como la preocupación por el medio ambiente y el deseo de llevar una vida más saludable. Iniciativas como Veganuary, que anima a probar el veganismo durante el mes de enero, suman millones de participantes cada año.

Las cifras


Veggie

Actualmente un 11,1% de la población adulta española, unos 4,6 millones de personas, siguen algún tipo de dieta vegetal. De ellas 3,8 millones son flexitarianas (9,1 %), es decir, consumen principalmente productos vegetales y, en menor medida, carne. Solo 200.000 personas (0,5%) son veganas.


Mujeres y generación Z

El 14,6 % de ellas sigue una basada en alimentos vegetales, frente al 7,5 % de los hombres, lo que supone un descenso notable respecto a 2023. La Generación Z consolida igualmente esta corriente: el 15% de los jóvenes de entre 18 y 24 años se define como veggie, un dato que apunta a un cambio generacional en los hábitos de consumo.


Mundo

A nivel global, el veganismo avanza de forma desigual, pero constante. Se estima que alrededor del 3% de la población mundial —entre 100 y 150 millones de personas— sigue una dieta 100% vegetal.

El Día Mundial del Veganismo, que se celebró ayer, 1 de noviembre, ha servido para tomar el pulso a esa evolución. El número de veganos se reduce, sí, pero quienes apuestan por esta filosofía lo viven con más conciencia y compromiso que nunca.

Desde que soy vegana me siento más sana y mis actos van en completa armonía con mis principios y mis valores"

Izaskun Unibaso - @peace_l0ve_vegan

Un cambio de mirada

Es el caso de Izaskun Unibaso, conocida en redes como Peace Love Vegan. Desde hace años acompaña a miles de personas que quieren dar el paso hacia una alimentación basada en alimentos de origen vegetal, con recetas, consejos y mensajes que promueven la empatía. “Pienso que mi forma de comunicar y las alternativas que ofrezco ayudan a cambiar hábitos de manera responsable y con información”, explica.

Su historia comenzó el 5 de enero de 2014, cuando un documental sobre salud la llevó a ver otro sobre ética animal, titulado Earthlings. “Ese fue el detonante. Aquel mismo día me hice vegana”. Esa decisión, asegura, le cambió la vida. “He aprendido a comer bien, estoy más sana y mis actos por fin van en armonía con mis principios y mis valores”.

Su familia también ha adoptado este estilo de vida: “Ahora las comidas familiares son veganas. Cuando nos juntamos todos comemos 100% vegetal”. Fuera de casa, encontrar opciones todavía puede ser complicado, por eso siempre se informa antes de salir: “Soy previsora. Antes de ir a cualquier sitio me informo si va a haber opciones veganas o no, y más teniendo una niña pequeña”, reconoce Izaksun.

Uno de los mitos que considera importante desterrar es que en una dieta vegana faltan, por ejemplo, proteínas o hidratos. “Las asociaciones de salud más importantes del mundo avalan la alimentación vegana bien planificada en todas las etapas de la vida”, recuerda. Y subraya que ni la proteína ni el calcio son exclusivos del mundo animal.

“Debemos evolucionar como sociedad y cambiar la forma en la que tratamos a los animales”

Andrea Arrizabalaga - Periodista de EITB y vegana

Cuidado animal

La periodista de EITB Andrea Arrizabalaga representa también la vertiente ética del veganismo. “De pequeña rescataba animales con mi padre; eso me dejó huella”, recuerda. La semilla germinó cuando su hermana se hizo vegana. “Ella nunca me obligó a serlo, pero me hizo pensar. Si respeto a unos animales, ¿por qué no respetarlos a todos?”.

Un programa de televisión, donde vio el trato que reciben los cerdos por parte de la industria alimentaria, terminó por removerla. “Pensé en mi gato y me dije: ‘estoy cuidando a unos animales mientras participo en el sufrimiento de otros’. Lo fácil era seguir igual; lo difícil fue decir ‘hasta aquí’”.

La decisión cambió su manera de mirar el mundo. “No veo jamón o una chuleta en un plato, sino un cerdo o un ternero. Por eso siento dolor al ver a alguien comer animales”, confiesa. Y añade: “Ojalá hubiera me hubiera hecho vegana antes”.

En casa, su pareja no es vegana, pero la apoya. Con su hijo, Andrea apuesta por la pedagogía y la libertad. “Le explico que el mundo no es vegano. Sabe que puede comer animales, los ha probado, pero quiero que entienda por qué yo no lo hago. Le doy herramientas para que pueda decidir en conciencia”.

Ser vegano vaya mucho más allá de no consumir carne. “Es una forma de vida”, afirma Andrea. Este compromiso se extiende también a la ropa, la cosmética o los productos del hogar. “En temas de cosmética la gente está muy concienciada, pero con la comida no tanto”.

La periodista ha encontrado en las redes sociales un espacio para concienciar sobre el tema desde la empatía y el respeto: “Creo que como sociedad debemos evolucionar y cambiar la forma en que tratamos a los animales”. Desde esa misma mirada crítica, cuestiona también los prejuicios que rodean a la alimentación vegana: “Hay quienes piensan que los veganos nos alimentamos mal, que nos faltan hidratos y proteínas, pero no es cierto”. Asegura, de hecho, sentirse mucho mejor desde que adoptó este estilo de vida: “Ahora como más variado, más sano y de manera más consciente. Además, he conseguido reducir el colesterol”.

“Está comprobado que quienes siguen una dieta vegana bien planteada mejoran su calidad de vida”

Análisis nutricional

Esa idea la comparte la nutricionista María Astudillo, creadora junto a su marido de ALEA Consulta dietética, quien defiende que una alimentación basada en vegetales, si está bien planteada, puede mejorar la salud. “Hay evidencias científicas de que quienes siguen una dieta vegana o vegetariana es tienen mejor calidad de vida. Se eliminan muchas grasas saturadas que elevan el colesterol y se gana fibra, probióticos y prebióticos, que cuidan el intestino”.

La clave para una alimentación adecuada está en la planificación. “A veces creemos que por comer de todo estamos más sanos, pero cometemos errores que provocan anemia, colesterol alto o sobrepeso. También hay quien piensa que por ser vegano va a estar perfecto, con un peso ideal, y tampoco es cierto. Hay que hacerlo con cabeza e informándose bien”, manifiesta María.

Para evitar esos errores, esta experta en nutrición propone una herramienta sencilla y efectiva: el método del plato, diseñado por la Universidad de Harvard. “La mitad del plato deben ser verduras, hortalizas o frutas, y la otra mitad se divide entre un cuarto de hidratos —arroz, pasta o pan— y otro cuarto de proteínas”, explica. Una fórmula básica, pero útil, para comer de forma equilibrada y consciente.

María va más allá: “A nivel mundial se habla de la llamada dieta planetaria, que busca no solo mejorar la salud, sino también la sostenibilidad del planeta. Numerosos estudios señalan que en que hay que reducir el consumo de carne y aumentar el de legumbres y vegetales”. En este sentido recomienda tomar una ración de legumbre al día: “No solo en platos de cuchara, también en forma de humus, con pasta, como si fuera boloñesa, o hacer hamburguesas”.

"Las proteínas no solo están en la carne o el pescado. Un plato de garbanzos aporta casi la misma cantidad que un filete de ternera, y la soja texturizada o el seitán superan esos valores"

Esta nutricionista desmonta también uno de los mitos más extendidos sobre el veganismo. “Hace tiempo se demostró que las proteínas no solo están en la carne o el pescado. Un plato de garbanzos aporta casi la misma cantidad que un filete de ternera, y la soja texturizada o el seitán superan esos valores”.

María Astudillo recomienda preparar los alimentos en casa siempre que sea posible. “Cualquier receta casera es más saludable y rica. Si se compran, conviene elegir productos simples, con pocos ingredientes, y reservar los procesados para ocasiones puntuales”, señala.

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El veganismo no atraviesa su mejor momento. Aún así, sus partidarios no pierden la esperanza, como Andrea Arrizabalaga. “Quiero pensar que en el futuro el mundo será vegano. Probablemente yo no lo vea, pero espero que mi hijo sí”, afirma la periodista vasca.