Una representación de la Asociación de Mujeres Africanas Flor de África ha denunciado la discriminación e invisibilización que sufren estas mujeres en una sesión de trabajo parlamentaria en la que han presentado la guía con enfoque intercultural que han elaborado con el objeto de acompañar y empoderar a las mujeres africanas y afrodescendientes.
A la sesión, solicitada por UPN, PSN, EH Bildu, Geroa bai y Contigo Zurekin, han acudido Kamisa Damba Magassa, Djamila Djalo Djalo, Fátima Diarra, Mira El Abboudi y Farmata Ly Watt.
La doble discriminación que sufren las africanas "por ser mujeres y por ser mujeres negras" ha sido denunciada por las representantes de la asociación que han cuestionado la imagen de mujeres "sumisas y analfabetas" que se tiene en muchos casos de ellas.
Esto ha llevado a algunos parlamentarios a plantear la necesidad de reflexionar sobre qué se está haciendo para que esta sociedad tenga esa imagen de ellas.
Las barreras
La asociación, que lleva quince años desarrollando su labor, quiere dar visibilidad y voz a las mujeres africanas, "las desconocidas de la comunidad", al tiempo que trabaja por su "empoderamiento, la justicia social y por erradicar violencia hacia las mujeres".
En sus intervenciones han aludido de las dificultades a las que se enfrentan estas mujeres, muchas de ellas víctimas de violencias, por las dificultades lingüísticas y el desconocimiento de los recursos a los que acceder.
Entre las barreras a las que se enfrentan, según han citado, figura también la falta de homologación de sus títulos porque muchas son "médicos, enfermeras... y no pueden trabajar porque no tienen el título homologado o porque no tienen experiencia, pero si no tienen título no pueden tener experiencia".
La guía recoge recursos a los que pueden recurrir ante situaciones de violencia machista, falta de vivienda por dificultades, han subrayado, para alquilar debido a su origen o problemas de empadronamiento.
Una de las mujeres ha relatado su experiencia. Cuando llegó, ha dicho, no conocía a nadie y fue acogida en la asociación donde le explicaron "la cultura y cómo funciona todo en Pamplona. Son mis apoyos, estuvieron ahí todo el tiempo explicando", ha subrayado, asegurando que son "nuestro puerto seguro cuando llegamos aquí".
Para poder a cabo su labor y llegar a más mujeres la asociación necesita más recursos, ha trasladado a los parlamentarios.
Desde julio de 2025 cuentan con un espacio alquilado que pagan con sus cuotas pero, según han apuntado, muchas de sus socias no trabajan y no pueden pagar esas cuotas. Por ello entre sus demandas figuran medios para contratar a una o dos personas que puedan atender a las mujeres que requieren sus servicios. También ven preciso un espacio para clases de castellano.
Congreso
Con el objeto de avanzar en su tarea y conocer otras experiencia los días 13 y 14 de noviembre celebrarán un Congreso que contará con la presencia de mujeres y afrodescendientes de otros países europeos.
En la sesión ha participado también una representante de la asociación juvenil Black power de afrodescendientes, que surgió en 2018. Entre sus actividades está la de ser "agentes de cambio", referentes para esas mujeres ayudándoles a solventar problemas lingüísticos o "papeleos".
Ha puntualizado que "no hacen acompañamiento" que son un grupo de afrodescendientes que trabajan el tema de la identidad, son de aquí pero también tienen la cultura de sus padres y a veces se producen choques culturales.
El trabajo que lleva a cabo la asociación ha sido valorado por los grupos parlamentarios.
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