El servicio de Bomberos de Navarra ha intervenido en la extinción de varios incendios en viviendas en distintos puntos de la Comunidad Foral estas dos últimas jornadas. Esta pasada madrugada, efectivos de los parques de Navascués, Sangüesa, Cordovilla y voluntarios de Isaba sofocaron un fuego en una casa rural de Isaba, que, afortunadamente, solo afectó a la última planta del edificio y al tejado, sin causar daños personales.

Imagen de la intervención en Yesa

Imagen de la intervención en Yesa Bomberos de Navarra

Asimismo, esa misma noche, bomberos de Sangüesa acudieron también al incendio de una chimenea en un inmueble de Yesa que tampoco causó daños materiales ni personales.

Imagen del inmueble afectado en Etxarri Bomberos de Navarra

También la mañana del viernes se produjo otro incendio de una chimenea en Etxarri, que no afectó a la estructura de madera del edificio ni hubo daños personales que lamentar.

Imagen de un bombero, en el edificio de Tafalla Bomberos de Navarra

Por último, efectivos del parque de Tafalla llevaron a cabo labores de extinción de un cuarto incendio en una chimenea, por lo que tuvieron que ventilar la vivienda y analizar la concentración de gases inflamables con el explosímetro en prevención.

Periódicamente, las autoridades difunden un listado de consejos para prevenir incendios en chimeneas, especialmente en días tan fríos como los padecidos en las últimas semanas.

Construcción y reforma

Para evitar este tipo de incidentes, el Servicio de Bomberos recuerda la importancia de contratar con profesionales la construcción y la reforma de este tipo de instalaciones, para garantizar una correcta ejecución de la obra, ya que el tiro de la chimenea atraviesa forjados y cubiertas que deben estar convenientemente aislados del calor. De lo contrario, la vivienda se expone a un alto riesgo de incendio.

Asimismo, en caso de compra de una vivienda usada o de reforma de la instalación, es importante comprobar que la chimenea está correctamente aislada y cumple la normativa.

Mantenimiento periódico

La madera al arder destila una serie de aerosoles que se acumulan en el tiro de la chimenea creando una costra alquitranosa, llamada creosota, que, si es muy gruesa, puede ponerse incandescente y arder. De hecho, esta suele ser la causa más habitual de este tipo de incendios.

Para evitarlo, se recomienda deshollinar la chimenea de manera periódica: una vez al año si se utiliza a diario y, al menos, cada dos o tres años si se hace con menor frecuencia, como en el caso de segundas viviendas. Estas labores, nuevamente, deben ser realizadas por profesionales, ya que son trabajos en altura.

Uso adecuado

El buen uso de la chimenea empieza por evitar sobrecargas de leña y utilizar leñas secas y duras, como las de roble, encina o haya, que generan más calor y menos acumulación de alquitrán en el tiro que las leñas blandas, como la de pino o chopo.

Además, se debe crear una zona de seguridad alrededor de la instalación evitando colocar, a menos de dos metros del fuego, materiales combustibles; y utilizar chimeneas con tapa para evitar el salto de chispas o pavesas. Igualmente, es importante mantener una ventilación constante de la estancia y asegurarse de apagar totalmente el fuego, sobre todo, antes de marcharse de una segunda vivienda o al acostarse.

Se aconseja además instalar un detector de incendios ubicado correctamente, ya que es una excelente medida de precaución para detectar a tiempo el inicio de un incendio.

Por último, el Gobierno de Navarra recuerda que si a pesar de haber tomado todas las precauciones, se ve humo o fuego, se debe llamar inmediatamente al 112. Después de llamar, hay que apagar la chimenea, y, si la persona que lo ha detectado se siente capaz, intentar sofocar el fuego mientras llegan los bomberos, pero siempre sin ponerse en peligro.