La popularización de las parejas de hecho y un fenómeno migratorio creciente han incrementado el trabajo de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional en Navarra. Por sus manos pasan todas las inscripciones de uniones del Registro Único de Parejas Estables, que ya rozan las 8.000. Los agentes que se encargan de analizar cada una de ellas en busca de indicios de un posible fraude aseguran que en los últimos meses han aumentado los contrayentes que buscan regularizar su situación legal en España sin ser realmente pareja.

Inscribirse como pareja de hecho sin serlo realmente puede llegar a ser constitutivo de delito. Recientemente, agentes de la Policía Nacional han detenido en Oviedo y Pamplona a dos personas por un supuesto delito de favorecimiento de la inmigración clandestina que buscaban regularizar inmigrantes llegados a España mediante matrimonios de conveniencia. Una de las detenidas es una mujer de 45 años, de origen ecuatoriano, que actuaba como intermediaria para la celebración del enlace por 15.000 euros, mientras que el otro arrestado es un varón español de 38 años, que fue detenido en Pamplona por haberse prestado a simular la unión. 

Empadronamiento y convivencia

El inspector responsable de la UDEYE (Unidad de Documentación de Españoles y Extranjeros) explica que “uno de los requisitos que tienen que cumplir las parejas de hecho es empadronarse y convivir juntos”. Es lo primero que comprueban los agentes. A partir de ahí, analizan “otros parámetros de los contrayentes, como los antecedentes –si cuentan con varias uniones de hecho–, si existe una diferencia muy notable de edad, etc”.

Los responsables de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras aseguran que “la mayoría de las parejas de hecho se constituyen legalmente”, pero admiten que ya es la forma más habitual de regularizar la situación por parte de personas extranjeras. “El matrimonio y la pareja de hecho tienen repercusiones legales similares, pero la pareja de hecho es mucho más fácil de constituirse y su disolución es más sencilla”, inciden.

Residencia por arraigo

Los beneficios en el caso de las personas extranjeras son claros. “Si la pareja de hecho se constituye entre un español, o un nacionalizado español, y un extranjero, el extranjero opta a una residencia por arraigo familiar, por estar casado con un español o nacionalizado español. La otra opción es hacerse pareja de hecho con una persona extranjera que está en situación regular”.

Cuando detectan posibles intentos de fraude, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras realiza “un informe que no es vinculante y que se eleva a la Delegación del Gobierno que es la que finalmente autoriza los enlaces o no”. También tiene capacidad sancionadora en el ámbito administrativo, pero si en la constitución de la pareja de hecho ha mediado dinero –lo cual es muy difícil de demostrar, aseguran los policías–, se puede perseguir como delito.

CONSECUENCIAS LEGALES

Infracción administrativa. La Ley Orgánica 4/2000 establece que constituye una infracción administrativa grave “contraer matrimonio, simular relación afectiva análoga o constituirse en representante legal de un menor, cuando dichas conductas se realicen con ánimo de lucro o con el propósito de obtener indebidamente un derecho de residencia, siempre que tales hechos no constituyan delito”. La multa prevista va de 501 hasta 10.000 euros.

Delito. El Código Penal estipula que serán castigados con las penas de prisión de 2 a 5 años y multa de 6 a 12 meses el que “determinare o favoreciere la emigración de alguna persona a otro país simulando contrato o colocación, o usando de otro engaño semejante.