Agentes de la Policía Foral, adscritos al Grupo de Delitos Informáticos de la División de Policía Judicial, han imputado recientemente a un joven de 18 años, residente en una localidad de la comarca de Pamplona, como autor de los delitos de coacciones y contra la integridad moral, tras la difusión de imágenes generadas mediante aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) de dos compañeras de instituto a las que mostraba desnudas. El joven ha sido condenado a un año de prisión por el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona tras confesarse autor de los hechos.

Las actuaciones de investigación se iniciaron con la interposición de una denuncia en la comisaría de Policía Foral de Pamplona, en la que una joven denunciaba que una amiga había recibido un mensaje de un usuario de la red social Instagram que contenía una imagen de ella misma, editada, en la que aparecía desnuda.

Mensajes denigrantes

Días después, la denunciante acudió nuevamente a dependencias policiales para informar que, a través de la citada red social, estaba recibiendo constantemente mensajes denigrantes y vejatorios de contenido sexual, acompañados de más imágenes suyas falsas en las que se mostraba desnuda, imágenes que el autor obtenía de su perfil en la citada red social, para posteriormente editarlas y generar los desnudos que eran difundidos.

Posteriormente, otra joven, conocida de la anterior, acudió igualmente a dependencias policiales al ser alertada por los agentes de que una imagen suya falsa, mostrándola desnuda, había sido remitida a la primera de las denunciantes.

Realismo de las fotos

Los investigadores destacan el realismo de las imágenes difundidas, en las cuales se veía la cara de la víctima y el entorno en el que habían sido tomadas, al igual que en la fotografía original, pero mostrándose con un cuerpo desnudo que no les correspondía. Era tal la calidad del montaje que no se apreciaban defectos en la imagen que pudieran hacer sospechar de su falsedad, excepto para la propia víctima y su entorno más cercano.

Policías forales recopilan información.

Tras poner todos los hechos en conocimiento de la autoridad judicial, fue el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, el que asumió la investigación y autorizó a los agentes de Policía Foral a realizar las investigaciones precisas que permitieran dar con la identificación del autor.

Finalizadas las pesquisas, y tras poner en conocimiento del juzgado instructor la totalidad de los indicios recopilados, se procedió a realizar un juicio rápido, en el que joven asumió los hechos que se le imputaban y fue condenado a un año de prisión como autor de dos delitos contra la integridad moral (6 meses por cada delito).

Asimismo, el magistrado le impone una orden de alejamiento de 300 meses de las dos víctimas y una prohibición de comunicación durante 2 años y 6 meses. Por último, le condena a indemnizar a cada una de ellas con 1.500 euros.