La Mesa Sectorial de la Policía Foral de Navarra ha abordado este jueves la modificación de la normativa que regula el armamento utilizado por el cuerpo policial para incluir el uso progresivo de Dispositivos Electrónicos de Control (DEC), más conocidos como pistolas táser, que se prevé que serán utilizados por unos 150 agentes del Cuerpo autonómico.
De ser aprobada la modificación normativa relativa a armamento, los Dispositivos Electrónicos de Control, cuyo número se irá ampliando de forma gradual y que serán distribuidos por las distintas comisarías de Policía Foral de la comunidad, estarán destinados a las unidades de Seguridad Ciudadana, adecuándose a los cometidos y actuaciones propias de éstas. Este tipo de armamento tiene una función principalmente disuasoria y permite una solución alternativa al arma de fuego a la hora de afrontar situaciones de riesgo. Cada pistola debe llevar consigo una serie de elementos como baterías, cargadores, cargas y licencias, y su empleo está vinculado a las cámaras de uso personal de los y las agentes.
Respecto a la formación de los y las agentes, está previsto que se instruya a cuatro formadores o formadoras de entre los instructores de tiro que colaboran habitualmente con la Escuela de Seguridad y Emergencias de Navarra (ESEN), que serán los encargados de enseñar, durante los dos próximos años, a los 150 usuarios y usuarias finales de los Dispositivos Electrónicos de Control.
Reglamento de provisión de puestos
Asimismo, en la Mesa se ha tratado el reglamento de provisión de puestos de trabajo del personal de la Policía Foral, que desarrolla normativamente la Ley Foral de Policías de 2018.
Como indica el borrador de texto, es necesario establecer las reglas de provisión de los puestos de trabajo y dotar al cuerpo de procedimientos ágiles y apropiados que proporcionen seguridad jurídica, permitan atender de forma adecuada las exigencias que se presenten y optimizar los recursos, asegurando, de este modo, un uso eficaz y eficiente de los mismos.
Además, actualmente se están produciendo cambios con consecuencias tanto en la sociedad en general (aumento demográfico, mayor conciencia social ante determinados hechos, etc.) como en la organización en particular (el importante incremento de la plantilla, marcado a su vez por el relevo generacional, entre otros), que requieren, a día de hoy, de la revisión de las formas de provisión de los efectivos de la Policía Foral de Navarra.
Esta norma tiene por objetivo regular aspectos para adecuarse a la nueva realidad de la Policía Foral y de la sociedad. Entre otros, cabe destacar una mayor periodicidad en las convocatorias de empleo, procedimientos de provisión eficaces y eficientes, la optimización de los recursos de Policía Foral y una mayor claridad en la regulación que promueva la transparencia y la equidad. Todo ello resulta fundamental para garantizar un funcionamiento eficiente, justo y adaptado a las necesidades de Policía Foral, lo que, finalmente, redunda en su servicio a la sociedad.