Un camionero ha sido condenado en la Audiencia de Navarra por un delito de conducción temeraria y otro de amenazas a la pena de 1 año y 9 meses de prisión y la pérdida del carnet de conducir por dos años. El acusado recriminó a un turismo que circulaba delante su manera de conducir, se puso en paralelo, le sacó de la carretera y aún cruzó su camión en plena Autopista de Navarra AP-15, en el tramo con obras del TAV cerca del peaje de Marcilla, para apearse del mismo e ir a golpearle con un martillo en el coche. No contento con eso, cuando la víctima estaba fuera del vehículo, dirigió la cabeza tractora hacia él para atropellarle y el conductor tuvo que saltar el guardarraíl. La Audiencia confirma ahora una resolución previa del Juzgado de lo Penal 4 de Pamplona.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.15 horas del día 8 de diciembre de 2021 cuando el acusado conducía el camión marca Man TGX por la AP-15. A la altura del km 29,5, en Marcilla y en un tramo de las obras del TAV con limitación de velocidad a 80 y 60 km/h, se enfadó por motivo de la conducción con el conductor del turismo Volkswagen Golf, en el que circulaba un conductor y su esposa.

Amenaza al conductor del coche: “Te voy a matar”

El acusado, alterado porque el denunciante circulaba a la velocidad exigida por el tramo de obras, aproximó su camión al turismo, a la par que le daba las luces y le tocaba la bocina, de manera que existía menos de un metro de distancia entre ambos vehículos. Tras superar la zona de obras, el acusado colocó su camión en el carril izquierdo de adelantamiento, situándose al lado del turismo. Una vez en dicha situación, el acusado comenzó a desplazarse hacia el carril derecho, arrinconando de esta forma al VW Golf contra el guardarraíl, hasta hacerlo parar.

Finalmente, el acusado terminó colocando el camión que conducía de forma transversal en la vía, bloqueando de esta manera el paso a todos los vehículos por los dos carriles existentes, provocando que el resto de usuarios de la vía tuviera que frenar y detener por completo su marcha. Seguidamente, se bajó del camión portando un martillo en la mano, dirigiéndose al vehículo. Cuando llegó a su altura intentó abrir la puerta del conductor diciéndole “te voy a matar”. Sin solución de continuidad, el acusado, con la intención de menoscabar la integridad corporal del conductor del coche y, en todo caso, de amedrentarle, le lanzó un golpe con el martillo, pero no llegó a darle ya que golpeó el vehículo, llegando a dañar el marco de la puerta del coche. Al ver que el conductor del vehículo hablaba por teléfono con emergencias, el acusado se fue hacia su camión. La víctima se bajó del vehículo para comprobar la matrícula y el modelo del camión conducido por el acusado, el cual comenzó de nuevo la conducción aproximándose tanto a él que obligó a este a saltar el guardarraíl para no ser atropellado. El coche sufrió daños valorados en 421,18 euros.

Zona en obras limitada a 60 km/h

La Audiencia sentencia que el acusado “inicialmente molesto como consecuencia de lo que consideraba una inadecuada conducción por parte del denunciante en una zona de la autopista que se encontraba en obras, con un solo carril disponible, llegó a colocar su camión detrás del vehículo del denunciante, a muy escasa distancia, circulando a unos 60 km/h, procediendo, seguidamente, tras superar la zona que se encontraba en obras, a adelantar a dicho vehículo y a cruzar su camión en medio de la autopista, obligando a detenerse por completo al coche y casi a salirse de la vía, bloqueando, además, mediante esa maniobra, el tránsito de cualquier vehículo”.

Por ello, concluye el tribunal que “siendo evidente la conducción temeraria del acusado y que hubo un riesgo para la integridad física del resto de conductores”, destaca que realizó tres maniobras, ya citadas en la sentencia previa del Juzgado de lo Penal 4, que conllevan un concreto riesgo”. Así detalla el hecho de cruzar el camión en medio de una autopista, el circular casi pegado con un camión de considerables dimensiones sobre el vehículo, cerrar su trayectoria e iniciar la maniobra de incorporación del camión dirigiéndose hacia el denunciante, precisando este apartarse hasta colocarse al otro lado de la valla delimitadora del arcén para no resultar atropellado. Un riesgo total.