Condenado a 8 años de prisión por intentar asesinar a otro joven en la Rochapea

La Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a 8 años de prisión a un joven de origen magrebí, L.H., como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa por haber acuchillado a otro varón, también de origen magrebí, en una bajera en el barrio de la Rochapea hace un año. El tribunal ha absuelto a otro acusado del mismo delito, que lleva un año en prisión provisional.

Según la sentencia que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, resulta probado que ,sobre las 16.00 horas del día 9 de agosto de 2024, L.H. accedió en compañía de un amigo a una bajera situada en la calle Garde de Pamplona, donde se encontraba la víctima, M.K. Estas dos personas tenían una relación de enemistad por unos hechos anteriores que determinaron la condena de L.H., según se resalta eb la sentencia.

En ese momento, L.H. y M.K., comenzaron una discusión y cuando este último se disponía a salir de la bajera, L.H., con ánimo de acabar con su vida, le clavó un cuchillo por la espalda la navaja, en concreto en el costado derecho, de forma sorpresiva y eliminado cualquier posibilidad de defensa, ocasionándole una herida incisa penetrante en región escapular derecha de 2’5 centímetros con sangrado activo. M.K. salió de la bajera un breve instante, volvió a entrar y cogió una cadena de hierro con la que se dirigió a L.H. , llegando a golpearle con ella en la cabeza.

Cuchilladas sin autoría

La Sección Primera de la Audiencia Provincial advierte, no obstante, que no ha quedado acreditado “ni quién fue el autor ni en qué circunstancias se le ocasionaron” a la víctima otras dos cuchilladas. Tampoco ha quedado acreditado que el otro acusado, que acompañaba a L.H. fuera la persona que se acercó por delante al mismo y le clavase la navaja en el pecho, ni siquiera que el acusado tuviera conocimiento de lo que L.H. se proponía hacer, “ni que, más allá de ayudarle a subir al piso y refugiarse, tuviera participación en los hechos”.

Como consecuencia de estos hechos, M.K. sufrió tres heridas por arma blanca que afectaron a un órgano vital (el pulmón derecho) que ocasionó un neumotórax de gran tamaño, por lo cual tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para colocar un drenaje que fue eficaz con recuperación completa. “El neumotórax le produjo dolor torácico (brusco, agudo y unilateral) y la disnea (dificultad para respirar) y hemoptisis (expectoración de sangre) y síncope”, señalan las magistradas, que añaden que “cualquiera de las tres puñaladas, le hubiese ocasionado la muerte si no hubiese sido asistido de urgencia”, para apostillar que M.K. no reclama ser indemnizado por las mismas.

Aunque durante el juicio celebrado a finales de junio la víctima de la agresión quiso exculpar a los dos acusados, negando que L.H. le hubiese acuchillado, el tribunal ha tenido en cuenta la declaración que prestó en su día ante la Policía Municipal de Pamplona para condenarlo.