Navarra fue en el curso 2019-2020 la comunidad con mayor porcentaje de alumnos que recibieron apoyo educativo por cualquier tipo de necesidad, con un 20,6%, por delante de Islas Baleares (16,9%) y Murcia (15,2%).

Las que tuvieron un menor porcentaje de alumnos que recibieron ese tipo de atención fueron País Vasco (6,1%); Madrid (5,5%) y Aragón (3,1%).

En el conjunto del Estado, unos 748.024 alumnos recibieron apoyo educativo el curso pasado, lo que supone el 9,2% del alumnado total, según la "Estadística de las Enseñanzas no universitaria. Alumnado con Necesidad Específica de Apoyo Educativo curso 2019-2020", publicada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. Son 40.619 más que el curso 2018-2019.

El alumnado con necesidad de apoyo incluye a los estudiantes con necesidades educativas asociadas a discapacidad o trastorno grave (223.805 el curso pasado, el 29,9% del total que recibieron este tipo de apoyo) y a los escolares con otras necesidades (524.219, el 70,1% restante).

Entre los 223.805 alumnos con necesidades asociadas a discapacidad o trastorno grave, la causa más frecuente era la discapacidad intelectual (28,1%); seguida de los trastornos generalizados del desarrollo (24,9%) y los trastornos graves del conducta o personalidad (24,7%). Los estudiantes con discapacidad motora eran el 6,5%; los que tenían plurideficiencia el 6,3%; discapacidad auditiva el 4,7% y visual el 1,7%.

En cuanto al resto del alumnado que recibió apoyo educativo (524.219), destaca el que lo recibió por trastornos de aprendizaje (35,9%); por situaciones de desventaja socioeducativa (24,9%) o por trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación (14,2%). Además, el 7,5% recibió este tipo de atención por altas capacidades; otro 7,5% por integración tardía en el sistema educativo; el 5,5% por desconocimiento de la lengua de enseñanza y el 4% a causa a un retraso madurativo.

Matriculados

En el caso de los 223.805 alumnos con necesidades asociadas a discapacidad o trastorno grave, el 83% (185.854) estaba escolarizado en centros educativos ordinarios, es decir, centros en los que estudian alumnos con y sin discapacidad. El 17% (38.068) estudiaba en centros de educación especial, dedicados exclusivamente a alumnado con discapacidad.

Por tipo de discapacidad, los mayores porcentajes de integración en centros ordinarios corresponden a alumnos con trastornos graves de conducta o de personalidad (98,3%); discapacidad auditiva (94,9%) y discapacidad visual (94,9%). El menor porcentaje era el de alumnos con plurideficiencia (40,3%).

Respecto al alumnado total, los alumnos con necesidad de apoyo educativo asociada a discapacidad o trastorno grave representan el 2,8%. Por titularidad de centro, eran el 3% en colegios públicos; el 2,8% en concertados y el 0,6% en centros privados no concertados.