El rostro de Ander Yoldi esboza una sonrisa que difícilmente se le puede borrar. El jugador de Osasuna Promesas ha regresado a los terrenos de juegos después de superar una lesión de ligamento cruzado que le impidió participar en el ascenso del filial a Primera RFEF y lo ha hecho de la mejor manera posible: con gol en más de un partido de pretemporada. Ahora, y antes de empezar la competición, lejos de marcarse una cifra de goles o asistencias este curso, Ander Yoldi se propone un único objetivo personal: volver a disfrutar del fútbol y, así, ayudar al equipo a conseguir la permanencia en una categoría exigente y no por ello menos ilusionante.

Lo primero de todo, ¿cómo se encuentra? La última vez que hablamos iba en muletas…

–Bien, muy bien. Las sensaciones son muy buenas, el tema de la rodilla es algo del pasado y ahora estoy como todos los compañeros. Son momentos diferentes, la última vez que hablamos fue a mitad de la recuperación, justo había empezado a correr y el proceso ha sido largo. Tenía muchas ganas de estar en la rutina, en cada entrenamiento, y eso ahora lo valoras más, lo aprecias más.

¿Cómo es el antes y el después de la lesión? ¿Se ve el fútbol de manera diferente?

–Sí que valoras más cada detalle, como estar en un entrenamiento con los demás compañeros, que antes no le dabas importancia, era algo normal, y después de la lesión disfrutas más cada momento, cada jugada, cada acción...

A pesar de que a final de temporada entrenó con el grupo, pero no llegó a jugar, en pretemporada ya es uno más y ha vuelto de la lesión con gol. ¿Qué sensaciones tiene?

–Pues muy bien. Ya terminé la temporada entrenando con el grupo, pero decidimos no jugar los partidos y el objetivo desde el principio era estar lo mejor posible en el inicio de esta temporada. Sí que empecé más lento, con menos chispa… pero conforme iban pasando los días me notaba mejor y a día de hoy me veo bastante bien.

¿Cómo es ese trabajo que nadie ve cuando uno se está recuperando?

–Difícil, muy difícil. Yo lo definiría como oscuro, porque es un trabajo en el que estás solo o con los fisios todo el día fortaleciendo la rodilla, haciendo ejercicios y se hace pesado porque estás solo y al final cuesta más. Con los fisios tenía muy buen ambiente y luego coincidí con Jon de Luis, que es un compañero que también se lesionó a la vez que yo e hice la rehabilitación con él y quieras que no tanto yo para él como él para mí era un apoyo y lo llevamos bastante bien.

En enero vuelve a correr y por abril ya se ejercita con el grupo. ¿Qué recuerdos tiene de esas dos etapas?

–Cuando empiezas a correr, que fue a los tres meses, tres meses y medio. Fue una sensación de libertad, de volver, de que la vuelta estaba más cerca y podías hacer más cosas. Empezabas corriendo, luego hacías giros, saltos y te veías en esa dinámica. A principios de abril fue mi primer entrenamiento con el equipo y mi vuelta la recuerdo con aplausos en los rondos cuando volví y ese recuerdo lo tengo presente. Y fue más de lo mismo. Iba poco a poco, sin entrar en contacto con los demás todavía y conforme pasaban las semanas participaba más con el grupo hasta que a las dos o tres semanas ya hacía entrenamientos completos.

Otro recuerdo es el detalle que recibió en el último partido de liga contra el Izarra

–El detalle fue de mi hermano. Coincidió que la última semana jugábamos contra ellos, contra el Izarra, y como mi hermano jugó en Osasuna y había coincidido con Jony, Santi y demás, mi hermano se lo entregó y ellos me lo entregaron a mí.

¿Cómo ha vivido este año?

–Por suerte bien, porque yo sí que soy un tío que vive el fútbol con pasión y con el año que hemos tenido no he sufrido prácticamente nada. Te hubiera gustado estar en el campo, pero se han portado bien los compañeros y lo han hecho de diez.

¿Cómo llega el equipo ahora?

–Yo te diría que con ganas e ilusión. Es algo nuevo para nosotros, sabemos que la exigencia va a ser bastante dura. Creo que tenemos buen equipo, hemos hecho una buena pretemporada y tenemos bastantes ganas de que llegue la liga y el hecho de empezar en casa es un punto a favor.

¿Qué esperan de este año?

–No nos hemos puesto un objetivo como tal, aunque sí que queremos mantener la categoría como mínimo. Es algo nuevo para nosotros, sabemos que es un nivel muy alto el que hay, pero creo que estamos capacitados para sacar los partidos adelante.

¿Echan de menos en el vestuario a las figuras de Pablo Ibáñez y Aimar Oroz?

–Sí, pero es normal, porque jugadores así son únicos. Claro que notaremos que faltan, pero si a ellos les va bien en el primer equipo, nosotros estaremos contentos. Y ojalá les sigamos echando de menos, que eso significará que les va bien a ellos. Nos hizo ilusión ver a Aimar de titular, estábamos en la grada y teníamos la piel de gallina.

Para acabar, ¿qué le pide Ander Yoldi a esta nueva temporada?

–Viniendo de donde vengo, le pido estar sano. Lo que quiero es estar disponible para jugar. Tengo más ganas que nunca y luego ya iremos viendo. l