El Gobierno de Navarra ha valorado de manera "muy positiva" el acuerdo alcanzado por el Consejo Europeo sobre la adopción de un plan de recuperación para toda la UE frente a la pandemina de coronavirus.

Con un presupuesto de 750.000 millones de euros, este proyecto tiene una "visión transversal" y va además ligado a la aprobación de otros mecanismos de ayuda en los ámbitos de la política regional y cohesión (47.500 millones euros a la iniciativa ReactEU), desarrollo rural (refuerzo de 7.500 mil millones) o la innovación, mediante un refuerzo de 5.000 millones euros al programa Horizon Europe.

En una nota, la presidenta, María Chivite, ha puesto en valor "la relevancia de este acuerdo para Navarra, para España y para el conjunto de la Unión Europea, porque implica no solo una propuesta para la recuperación económica y social sino más fortaleza para el proyecto europeo y el espacio de oportunidad para la prosperidad común que supone".

La situación actual requería la adopción de unas medidas equivalentes, capaces de hacer frente a la crisis sanitaria y económica generada por el COVID-19, "unas medidas sin precedentes, para una crisis sin precedentes", ha señalado la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo.

Ha añadido que "desde el departamento siempre se ha trabajado para fomentar la participación directa de Navarra en Bruselas, y ahora es más relevante que nunca el seguir potenciando esta política así como optimizar el alineamiento de políticas europeas con las estrategias de Navarra".

Por su parte, el director general de Acción Exterior, Mikel Irujo, también ha valorado de manera relevante que el plan de recuperación de la UE está ligado a la transformación ecológica y digital. Por un lado, se aplicará un objetivo climático global del 30% al monto total de gastos del plan de recuperación. Para ello, deberá cumplirse el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 y contribuir al logro de los nuevos fines climáticos para 2030 de la Unión, que se actualizarán a finales de año. Como principio general, todos los gastos de la UE deben ser coherentes con los objetivos del Acuerdo de París. Por otro lado, la digitalización de la economía será el otro eje de dichos fondos.