Francia ha decidido acoger "con carácter excepcional" el barco humanitario Ocean Viking con 234 migrantes rescatados en el Mediterráneo pero va a "sacar las consecuencias" de la negativa de Italia a dejarlo atracar, tomará medidas de sanción contra Roma y quiere que la UE también lo haga.

"El Gobierno italiano es el que sale perdiendo", afirmó en conferencia de prensa el ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, quien avisó de que "habrá consecuencias extremadamente fuertes en la relación bilateral" y en la relación de Italia con la Unión Europea.

De entrada, Francia va a reforzar los controles fronterizos con Italia y no acogerá a los migrantes que desembarquen en ese país rescatados por barcos humanitarios, al contrario de lo que había aceptado en el acuerdo europeo de reparto que se había alcanzado.